La inestabilidad política en Perú se agudiza con la presentación de una moción de vacancia contra José Jerí Oré, quien asumió como presidente interino el pasado 10 de octubre, convirtiéndose en el octavo mandatario en menos de una década.
La iniciativa, presentada apenas seis días después de su posesión, refleja la profunda fractura entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo y ha generado protestas en Lima y otras ciudades, donde manifestantes exigen la salida del Ejecutivo y la disolución del Parlamento.
La oposición cuestiona la idoneidad de Jerí para gobernar y propone adelantar las elecciones generales ante la aparente falta de gobernabilidad. En respuesta, el presidente interino ratificó que no renunciará y reafirmó su compromiso con la estabilidad del país, la lucha contra la delincuencia y la transparencia del proceso electoral previsto para abril de 2026.
Analistas señalan que la constante rotación presidencial y las recientes vacancias debilitan la confianza en las instituciones, afectando la gobernabilidad, la inversión extranjera y la estabilidad democrática del país.
La crisis política en Perú 2025 evidencia la urgencia de reformas estructurales y consensos entre los poderes del Estado para evitar un estancamiento prolongado y preservar la confianza ciudadana.
