El cielo se cerró sobre Bayunca, corregimiento de Cartagena, como pocas veces. La tarde del martes la lluvia no solo trajo agua: también trajo muerte.
Un rayo, tan rápido como implacable, cayó en una zona rural de la vereda El Zapatero, cobrando la vida de dos hombres y un caballo.
Jaison Luis Marrugo Ávila, de 38 años, y Pedro Nel Otero Jiménez, de 44, estaban cumpliendo con lo de siempre: arrear animales, caminar el campo, confiarle la vida a la rutina. Iban montados en su caballo, entre charcos y truenos, cuando el rayo los encontró. No hubo tiempo de correr, ni de entender. Murieron en el acto.
El animal también cayó. Tres vidas detenidas en seco por un fenómeno tan natural como impredecible.
Dos personas más que se encontraban cerca resultaron heridas. Fueron auxiliadas mientras los cuerpos de Jaison y Pedro eran levantados por funcionarios de criminalística, quienes los trasladaron a Medicina Legal de Cartagena.
Lo que quedó fue un silencio espeso. Uno que pesa más cuando la muerte llega sin aviso, desde el cielo.
