El flagelo de la extorsión sigue cobrando víctimas en Barranquilla.

Esta vez, la violencia golpeó al barrio Rebolo, donde fue asesinado a tiros Darwin José Torres Marriaga, un tendero de 40 años, quien luchó por su vida durante más de tres días tras ser atacado en su lugar de trabajo.

El hecho ocurrió el pasado martes 22 de julio a las 2:30 p. m., en la carrera 33 con calle 17, cuando un hombre armado ingresó a la tienda que administraba Torres Marriaga, se saltó el mostrador y le disparó en repetidas ocasiones, dejándolo gravemente herido.

Según testigos, fue su propia familia y vecinos quienes lo auxiliaron y trasladaron al Hospital General de Barranquilla. Sin embargo, pese a los esfuerzos médicos, falleció en la madrugada del sábado 26 de julio.

De acuerdo con información proporcionada por allegados a los investigadores de la Sijín, una semana antes del atentado, Darwin habría recibido un panfleto con amenazas extorsivas. La tienda que administraba era un negocio de tradición familiar que por tres décadas fue operado por su madre. Él asumió su administración hace apenas dos años.

Trágicamente, este no es el primer golpe que sufre la familia. Se conoció que hace cuatro meses también fue asesinado su hijo, Erwin José Torres Vides, de 18 años, en un hecho ocurrido en ese mismo sector de Rebolo. Los móviles de ese crimen aún están sin esclarecer.

Las autoridades mantienen abierta la investigación y manejan la hipótesis de extorsión como principal línea, sin descartar otras posibles causas del homicidio.