Habitantes del corregimiento Arroyo Nuevo y de las partes altas del barrio Chorrera han alzado su voz de protesta ante lo que consideran una gestión deficiente por parte de la administración municipal encabezada por el alcalde Carlos Fidel Higgins Molina.
Por David Awad V.
En Arroyo Nuevo, los moradores denuncian que el arreglo del camino principal fue incompleto y poco efectivo. Según ellos, la Alcaldía solo envió una máquina con cuchilla para nivelar la vía, pero omitió el relleno con piedriche, una etapa esencial para garantizar la transitabilidad.
Como resultado, el camino se encuentra actualmente intransitable, afectando el paso de vehículos y peatones. Además, la bajada del arroyo —un punto crítico del recorrido— sigue sin una solución estructural, ya que no se ha instalado la batea en concreto que permitiría el acceso seguro a los residentes.
Por otro lado, en los barrios ubicados en las zonas altas de Chorrera, la situación no es menos preocupante. La comunidad enfrenta una prolongada escasez de agua potable y exige soluciones inmediatas tanto a la empresa Triple A como al alcalde Higgins Molina.
Los vecinos afirman que el suministro a través de carrotanques no es viable, ya que, debido a la topografía del terreno, estos vehículos no logran llegar a las viviendas en las lomas, dejando a muchas familias sin acceso al preciado líquido.
«Estamos cansados de promesas y soluciones temporales. Queremos obras reales, completas y duraderas. No más maquillaje a los problemas«, expresó una habitante de Arroyo Nuevo visiblemente molesta.
Las comunidades afectadas hacen un llamado urgente a la administración municipal y a las entidades correspondientes para que asuman con responsabilidad la atención a estos problemas, que afectan directamente la calidad de vida de los ciudadanos.
