Lo que parecía una noche cualquiera en el suroccidente de Barranquilla terminó en tragedia. Farid Taborda Montaña, un joven de 31 años, perdió la vida tras ser víctima de un ataque sicarial en el barrio Colinas Campestre, un hecho que ha conmocionado tanto por su violencia como por los posibles móviles detrás del crimen.
Según información conocida por PasaLaVoz a través de familiares cercanos, la principal hipótesis que manejan los allegados apunta a líos pasionales. Y es que Farid se encontraba acompañado de su pareja sentimental en el momento del ataque, la misma mujer que, según versiones familiares, habría sido hostigada durante años por su expareja, a pesar de que su relación había terminado hace más de seis años.
El atentado se registró el jueves 10 de julio en horas de la noche, específicamente en la calle 84 con carrera 35, cuando Farid, a bordo de un vehículo blanco de placas UCW-429, dejó a su novia frente a un conjunto residencial. Fue allí donde dos sicarios en motocicleta se acercaron y, sin darle oportunidad de reaccionar, le dispararon directamente a través de la ventana del copiloto.
Farid fue trasladado de urgencia al Camino La Manga y luego remitido a la Clínica Adelita de Char, donde finalmente falleció el viernes a las 8:45 p.m. debido a la gravedad de la herida de bala que, según el informe médico, entró por la parte posterior de la cabeza y salió por la región ocular.
Un joven padre y profesional asesinado
Farid Taborda Montaña era un joven padre de un niño de 8 años y residía en el barrio Recreo de Barranquilla. Su muerte no solo deja a una familia destrozada, sino también un profundo vacío en la vida de su hijo.
Era además hijo de Farid Taborda, actual Subdirector Financiero del Área Metropolitana de Barranquilla, un dato que no ha pasado desapercibido en medio de las investigaciones, aunque las autoridades aún no han vinculado su parentesco a los hechos.
¿Crimen por celos?
Aunque las autoridades no han confirmado oficialmente la línea pasional como móvil, sí han iniciado la recopilación de testimonios y antecedentes relacionados con la vida sentimental de la víctima y su pareja. El foco de la investigación está sobre una posible persecución y amenazas previas, que podrían haber escalado hasta el crimen.
Unidades del Grupo de Vida de la Sijín de la Policía Metropolitana están al frente del caso, mientras familiares y amigos exigen justicia y claridad ante un hecho que ha llenado de luto a la comunidad barranquillera.
