lunes, junio 30, 2025

Daniel Quintero sacude el tablero político: acusa a Álvaro Leyva y Vicky Dávila de estar detrás del atentado a Miguel Uribe

Lo que parecía un trágico atentado aislado contra un senador de la oposición, ahora se convierte en el epicentro de una tormenta política con ecos de golpe de Estado. El exalcalde de Medellín y actual aspirante presidencial, Daniel Quintero Calle, agitó las aguas del debate nacional al publicar un explosivo mensaje donde vincula directamente a Álvaro Leyva y a la periodista Vicky Dávila con el ataque armado contra el senador Miguel Uribe Turbay.

Uribe, quien permanece en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe desde el pasado 7 de junio tras recibir dos disparos en la cabeza y uno en la pierna, fue atacado por un adolescente de 14 años, en un hecho que conmocionó al país y dejó más preguntas que respuestas.

Ahora, la narrativa da un vuelco.

A través de su cuenta de X (antes Twitter), Quintero publicó un video y un mensaje que dejó atónitos a analistas, periodistas y políticos:

“He interpuesto denuncia penal contra Álvaro Leyva y Vicky Dávila para que sean investigados por su posible participación en los delitos de sedición e intento de homicidio a Miguel Uribe”, escribió, asegurando que las grabaciones reveladas por El País se suman a la información que ya tenía en su poder.

Pero Quintero fue más allá. En su video, lanzó una afirmación que —de confirmarse— tendría repercusiones históricas:

“El atentado a Miguel Uribe tenía por objeto tumbar a Petro. Leyva lo tenía en el radar y sabía del impacto que un homicidio de un rival a Petro causaría en su plan golpista”.

Y añadió:

“Coinciden también los grupos criminales que estarían involucrados en el golpe de Estado y en el ataque a Miguel Uribe. Las grabaciones que mencionan a Vicky Dávila y sus viajes para reunirse con los mismos representantes con los que Leyva planeaba el golpe obligan a una investigación de fondo. Que caiga la que tenga que caer”.

¿Conspiración, cortina de humo o revelación?
Las acusaciones de Quintero abren un nuevo frente en el ya polarizado ambiente político del país. Para algunos, sus palabras son una bomba mediática sin pruebas sólidas; para otros, un acto de valentía al denunciar públicamente lo que califican como una operación de alto calibre político y judicial para desestabilizar al Gobierno.

Vicky Dávila, hasta el momento, no ha respondido públicamente a las acusaciones, aunque fuentes cercanas aseguran que evalúa acciones legales por calumnia. Álvaro Leyva, exministro de Relaciones Exteriores y figura central del proceso de paz, tampoco se ha pronunciado, aunque sectores afines califican la denuncia de “delirio político”.

En tanto, el país sigue expectante frente a la recuperación de Miguel Uribe, quien en plena campaña para aspirar a la presidencia por el Centro Democrático, se ha convertido en símbolo de un debate cada vez más cruzado entre discursos de paz, ataques cruzados y posibles conspiraciones.

¿Qué sigue?
La Fiscalía deberá determinar si las denuncias de Quintero tienen fundamento jurídico o si se trata de una estrategia política que busca reposicionarlo en el escenario presidencial. Mientras tanto, la estabilidad institucional del país se tambalea entre acusaciones de sedición, atentados, y un escenario electoral cada vez más volátil.

¿Golpe de Estado en marcha, ficción conspirativa o jugada magistral? Colombia, una vez más, asiste a un capítulo donde la política se mezcla con el drama y lo impensable se convierte en titular.

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