En una entrevista sin filtros con la revista SEMANA, el exsenador y exdirector del Departamento de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, rompió el silencio sobre su futuro político, los entresijos del gobierno Petro, las fisuras internas del Pacto Histórico y su controversial visión sobre el panorama electoral de 2026. Lejos de las respuestas políticamente correctas, Bolívar lanzó dardos en todas las direcciones, dejando claro que no está dispuesto a ser un actor secundario en la carrera por la presidencia.
A continuación, un repaso por las 10 frases más explosivas de Bolívar, que ponen en jaque la unidad del Pacto Histórico y agitan el tablero político nacional.
1. «Hoy, la candidata de la derecha es Vicky»
Para Bolívar, la periodista Vicky Dávila es, hoy por hoy, la figura más fuerte de la derecha de cara a 2026. Asegura que su posicionamiento en encuestas la deja como una rival casi segura del candidato del Pacto Histórico en una eventual segunda vuelta. En contraste, ve al centro político “dividido y suicida”.
2. «Si no hay consulta, me retiro del partido»
Contundente y sin titubeos, Bolívar dejó claro que no será candidato presidencial si no hay consulta interna en el Pacto Histórico. Asegura que imponer un candidato sin un mecanismo democrático sería una traición a los principios fundacionales del movimiento y lo pondría al nivel de los partidos tradicionales que tanto han criticado.
3. «Es claro que soy incómodo para el Pacto Histórico»
Bolívar se percibe como una amenaza interna: “Me ven como inderrotable”, asegura. Según él, sectores del movimiento buscan sacarlo del camino por temor a que gane con facilidad una consulta. Critica la falta de espacio para figuras “honestas y coherentes”, y denuncia una política que no siempre premia la decencia.
4. «A él lo apoyo, puede venderle el alma al diablo»
Sobre Gustavo Petro, dice seguir apoyándolo, pero marca distancia ideológica. Bolívar afirma que él no haría pactos con sectores tradicionales, aunque entiende que Petro lo haga para lograr gobernabilidad. La frase es provocadora: “Puede venderle el alma al diablo. Yo no”.
5. «Si Petro se casa con una candidatura, pierde el año»
Bolívar advierte que si el presidente Petro se inclina por un candidato antes de la consulta, el proyecto de frente amplio se debilitaría. Asegura que el apoyo presidencial debe ganarse en las urnas internas, no por designación directa.
6. «Petro y Uribe son los únicos con voto duro»
Una comparación que no pasará desapercibida: Petro y Álvaro Uribe, según Bolívar, son los únicos líderes políticos del siglo XXI con un voto duro fiel. Un bloque de entre el 30 y 40 % que garantiza presencia en segunda vuelta y sobre el cual se construyen candidaturas viables.
7. «Yo lo sigo amando… tuve mi tusa, pero ya me pasó»
Bolívar también habló desde lo emocional. Confesó que sigue admirando a Petro, pese a sentirse dolido por un desplante público del presidente en un evento en el Catatumbo. El afecto, dice, no se ha extinguido, aunque admite que vivió “una tusa política”.
8. «En la política no hay amigos, hay conveniencias»
Una frase cruda que resume su visión del juego político: los intereses pesan más que las lealtades. Bolívar cree que Petro aún no lo ve como una ficha ganadora, pero que puede demostrarlo en campaña. Asegura que la política no se mueve por afectos, sino por cálculos.
9. «Benedetti y Sarabia se están dando tan duro que pueden desaparecer juntos»
En medio de las peleas internas del gobierno, Bolívar no ahorró palabras. Dijo que la pugna entre Armando Benedetti y Laura Sarabia podría acabar con ambos. Señaló que Sarabia ya no es cercana a Petro y que las tensiones entre ambos afectan la gobernabilidad.
10. «Es una disputa que nos ha costado en credibilidad y respeto»
Finalmente, Bolívar reconoció que los conflictos internos del gabinete han tenido consecuencias negativas para el gobierno. La pelea entre Benedetti y Sarabia, asegura, ha erosionado la imagen del Ejecutivo y sembrado desconfianza en los electores.
¿Candidato incómodo o figura inevitable?
Lo que deja claro esta entrevista es que Gustavo Bolívar no piensa quedarse callado ni hacer fila sin garantías. Exige reglas claras dentro del Pacto Histórico y, si no las hay, promete hacerse a un lado, pero no sin antes decir su verdad. En un momento donde el oficialismo busca sostenerse y proyectarse hacia 2026, Bolívar se presenta como un actor clave… aunque también como una amenaza para la unidad interna.
