Las comunidades de Salamina, Pivijay y El Piñón, en el occidente del departamento del Magdalena, se encuentran en alerta máxima debido al rápido crecimiento del río Magdalena, provocado por las intensas lluvias en su cuenca alta y media.
Según testimonios de habitantes locales, si el afluente rompe el talud, más de mil hectáreas de cultivos y tierras de pastoreo quedarían sumergidas, afectando gravemente la producción agrícola y ganadera de la región.
En Salamina, la erosión en el sector del antiguo puerto de Las Carmelitas ha avanzado significativamente, llevando consigo más de 30 metros del barranco. Esta situación pone en riesgo la estabilidad de la zona baja de los municipios mencionados. El campesinado local ha solicitado la intervención urgente de organismos de socorro del Estado, como la UNGRD, la Cruz Roja y la Defensa Civil, para diseñar un plan de contingencia que evite una tragedia de grandes proporciones.
Según reportes de la Inspección Fluvial del municipio de El Banco, el nivel del río ha aumentado de 8,04 metros el 8 de mayo a 8,32 metros el 16 de mayo, lo que indica un crecimiento de 28 centímetros en ocho días. Aunque el nivel máximo de alerta es de 9,27 metros, las autoridades locales y la comunidad temen que, si el río continúa creciendo a este ritmo, se produzcan inundaciones catastróficas.
La situación ha generado preocupación entre los habitantes, quienes temen quedar incomunicados por vía terrestre, ya que el desbordamiento del río podría afectar las principales vías de acceso a la región. Ante esta amenaza, la comunidad exige una respuesta inmediata de las autoridades para mitigar los riesgos y proteger la vida y los bienes de los pobladores.
