Cerro de San Antonio, Magdalena – Menos de un año después de ser rehabilitada con una inversión de más de 7 mil millones de pesos, la carretera que conecta a Cerro de San Antonio con Pedraza se encuentra en grave deterioro debido a la extracción ilegal de piedras por parte de los habitantes locales.
Desde tempranas horas de la mañana hasta el atardecer, es común observar a personas extrayendo piedras del relleno de la carretera para luego venderlas a constructores en los municipios vecinos. Esta actividad, que se realiza a plena vista, está debilitando la estructura de la vía y generando preocupación entre los habitantes de la región.
Juan Francisco Fuentes, un ganadero local, denuncia la situación con frustración: «Esto es de todos los días. La gente viene, llena sus costales con las piedras de la vía y se va. Nadie les dice nada, nadie controla nada. Aquí estamos a la ley del chivo».
La comunidad asegura que las alcaldías de Cerro de San Antonio y Pedraza están al tanto de la situación, pero no han tomado medidas para detener la extracción ilegal de piedras. También afirman que los problemas de orden público en la zona dificultan la intervención de las autoridades.
Con la llegada de la temporada de lluvias, el temor es que la carretera colapse por completo, convirtiéndose en un símbolo más del abandono estatal. ¿Quiénes son los responsables de esta situación? ¿Por qué las autoridades no han actuado para proteger la inversión realizada? ¿Qué medidas se tomarán para evitar que la carretera se siga deteriorando?
Mientras tanto, los costales se siguen llenando y la carretera se sigue vaciando, socavando la esperanza de una región que anhela el progreso y el desarrollo.
