La Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SuperServicios) está a la espera de un concepto de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) para iniciar la toma de posesión de tres importantes generadoras de energía del Caribe colombiano: Generadora y Comercializadora de Energía del Caribe S.A. (Gecelca), Gestión Energética S.A. (Gensa) y la Empresa Urrá S.A. (Urrá). Esta medida tiene como objetivo garantizar la venta de energía a precios más bajos a Air-e, la comercializadora intervenida que está bajo la gestión del empresario Alberto Ríos Velilla, y que actualmente enfrenta serias dificultades financieras.
Según los documentos internos obtenidos por Primera Página, la SuperServicios está esperando la autorización de la Creg para dar inicio a la toma de posesión de las tres generadoras, en las que el Gobierno tiene una participación mayoritaria. El Estado tiene el 99,9% de Gecelca y Urrá, y el 90,9% de Gensa. La intervención responde a problemas financieros en las generadoras y a la negativa de Gensa de colaborar con Air-e, lo que ha afectado la provisión de energía en la región Caribe.
Crisis en el sector energético del Caribe
El caso de Gecelca es particularmente crítico, con pérdidas de $22 mil millones en 2022 y una cifra aún mayor proyectada para 2023, alcanzando los $392.767 millones. La SuperServicios señaló que la actividad de generación de energía de Gecelca no está generando ingresos suficientes para cubrir sus costos operativos y administrativos. Por su parte, Gensa se ha negado a vender energía a Air-e, lo que agrava la situación en la región, ya que no ha explicado de manera adecuada sus razones para no colaborar.
En cuanto a Urrá, la intervención se justifica por la aparición de contratos irregulares para la venta de energía con más de diez comercializadoras, por un valor superior a los $1.4 billones. Además, Urrá ha sido acusada de no ser «solidaria» con Air-e, lo que ha generado preocupación sobre la continuidad del servicio eléctrico en los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira.
Objetivo: evitar un apagón y reestructurar la deuda
Alberto Ríos y su esposa, Darcy Quinn
El principal objetivo de esta intervención es ofrecer energía a precios más bajos a Air-e, la empresa de Ríos Velilla, que enfrenta una grave crisis financiera. Air-e, que tiene una deuda que supera los $1.8 billones con el sector público, ha generado pérdidas por más de $450 mil millones. La empresa se encuentra en una situación tan crítica que su abogado, Jaime Lombana, ha solicitado al Gobierno la intervención para evitar un colapso total y asegurar que la prestación del servicio continúe en la región.
Un empresario en dificultades
Alberto Ríos Velilla, conocido por su historial con empresas de servicios públicos, ha tenido problemas financieros en el pasado. En 2010, sufrió una importante crisis con su empresa EnerTolima y un fondo de inversión privado, lo que le obligó a asumir pérdidas millonarias. En la actualidad, se enfrenta a una nueva quiebra con Air-e, la cual, según su propio abogado, no puede seguir afrontando la deuda acumulada.
Ríos Velilla es conocido en el sector por su vinculación con diversas empresas de servicios públicos, como las de aseo Servigenerales y Aseo Capital, y la distribución de energía a través de Enerpereira y Enertolima. Sin embargo, su reputación está marcada por una serie de fracasos y escándalos, entre ellos la intervención de sus empresas y la crisis de Electricaribe, que dejó un pasivo de $2.7 billones.
Lecciones del caso Electricaribe
El caso de Air-e recuerda al colapso de Electricaribe, que fue liquidada en 2021 con una deuda de $2.7 billones y dejó a millones de usuarios sin un proveedor de energía confiable. Tras la liquidación de Electricaribe, el Gobierno adjudicó los contratos de distribución de energía a las nuevas empresas Air-e y Afinia, con la condición de que realizaran millonarias inversiones para mejorar el servicio. Sin embargo, los problemas financieros y las irregularidades continúan afectando la prestación del servicio.
Este nuevo episodio en el sector energético del Caribe refleja las profundas dificultades estructurales en la región, donde la falta de inversión, los altos niveles de deuda y la mala gestión han puesto en riesgo el servicio de energía eléctrica. Con la intervención del Gobierno en Gecelca, Gensa y Urrá, se espera que se logren estabilizar las finanzas del sector y evitar un apagón en la región, pero el futuro de Air-e sigue siendo incierto.
Próximos pasos y perspectivas
El Gobierno ha dado un paso importante para intervenir el sector energético del Caribe, pero queda por ver si las medidas implementadas lograrán una reestructuración efectiva de las empresas y asegurarán un suministro de energía más barato y estable para los usuarios de Atlántico, Magdalena y La Guajira. Sin embargo, el proceso de intervención y reestructuración de Air-e sigue siendo una cuestión pendiente, y la crisis financiera que enfrenta la empresa del empresario Alberto Ríos Velilla podría tener repercusiones importantes para la región.