En 2023, los incidentes relacionados con minas antipersona en Colombia se duplicaron, alcanzando un total de 895, según el informe global presentado este miércoles en Bangkok por la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres (ICBL). De esos incidentes, el 72 por ciento fueron atribuidos a las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
El informe detalló que, además de las disidencias de las FARC, 102 incidentes fueron causados por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), 28 por grupos armados no identificados, 5 por organizaciones criminales y 3 por traficantes de drogas. Colombia, aunque es firmante del Tratado de Prohibición de Minas Antipersona, sigue siendo uno de los países más afectados por el uso de estos explosivos ilegales, al igual que Palestina, India, Birmania (Myanmar) y Pakistán.
En cuanto a las víctimas, Colombia ha logrado reducir notablemente las cifras en los últimos años, pasando de 1.228 víctimas en 2006 a 99 en 2023, lo que refleja un significativo avance en la desminado del país. No obstante, la situación sigue siendo preocupante, ya que en los primeros nueve meses de 2024 se registraron 537 incidentes, de los cuales 393 fueron responsabilidad de las disidencias de las FARC, que continúan operando a pesar del acuerdo de paz de 2016.
A nivel regional, otros países latinoamericanos también enfrentan problemas con minas antipersona, como Ecuador y Perú, aunque a una menor escala. En Venezuela, los restos de minas en la frontera con Colombia siguen siendo un riesgo debido a los enfrentamientos con disidencias de las FARC.
A nivel mundial, las víctimas por minas antipersona y restos explosivos crecieron en 2023, con un total de 5.757 personas afectadas, de las cuales 1.983 murieron. Birmania (Myanmar) fue el país con el mayor número de víctimas, seguido por Siria, Afganistán, Ucrania, Yemen y Nigeria.