El desbordamiento del río Ranchería ha causado devastadoras inundaciones en el departamento de La Guajira, dejando a cientos de personas desplazadas y en condiciones precarias.
Las intensas lluvias han afectado gravemente a las comunidades cercanas al río, destruyendo más de treinta viviendas y generando una crisis humanitaria.
En el sector de Pancho, jurisdicción de Manaure, algunas familias se han visto obligadas a dormir en cementerios wayúu, tras perder sus hogares. “No tenemos dónde dormir. Primero estuvimos en la carretera, pero es muy peligroso, así que nos toca dormir aquí en los cementerios porque no tenemos nada”, relató una de las afectadas, destacando la escasez de refugio y la insuficiente ayuda recibida hasta el momento.
La situación también es crítica en el barrio Villa Fátima de Riohacha, donde los afectados sobreviven en condiciones insalubres. «Estamos en condiciones lamentables. Nos toca cocinar en el piso porque no tenemos cocina, y nuestros animales se ahogaron», comentó una habitante del sector.
Las comunidades de Riohacha y Manaure, ubicadas en la desembocadura del río, son las más afectadas por las inundaciones. Además, la alerta roja persiste en el embalse El Cercado, que ha superado su capacidad máxima de almacenamiento.
El gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar, aseguró que las autoridades mantienen un monitoreo constante de la situación y siguen emitiendo recomendaciones de seguridad a las comunidades cercanas. Aunque las mediciones indican una mejora, Aguilar pidió cautela y advirtió sobre la posibilidad de nuevos riesgos dependiendo de las condiciones climáticas.
Mientras tanto, los afectados continúan esperando una respuesta inmediata para aliviar la difícil situación en la que se encuentran.