Una nueva acción violenta contra la Fuerza Pública se registró este domingo 9 de noviembre en el departamento de Antioquia. Dos uniformados de la Policía Nacional fueron asesinados en el corregimiento de Altamira, municipio de Betulia, en el suroeste del departamento.
Las víctimas fueron identificadas como el subintendente Wilmer Ovidio Gallego Sepúlveda, de 39 años, y el subintendente Edwin Danilo Chamorro Bastidas, de 32 años. Según el reporte preliminar, los uniformados se encontraban realizando labores de patrullaje en un sector conocido como La Cumbre, zona rural del centro poblado, cuando fueron sorprendidos por ráfagas de fusil.
Las autoridades confirmaron que el ataque habría sido ejecutado por presuntos integrantes del Clan del Golfo, grupo armado organizado con fuerte presencia en esta zona del departamento.
Tras el crimen, la Policía Nacional en Antioquia ordenó activar de inmediato todas las medidas de seguridad y refuerzos operativos ante lo que sería un nuevo “plan pistola” contra la institución en la subregión.
Unidades de investigación judicial y grupos especiales del Ejército y la Policía fueron desplegados para dar con los responsables del ataque, mientras los cuerpos de los uniformados fueron trasladados a la morgue de Betulia.
El gobernador de Antioquia, autoridades locales y altos mandos policiales repudiaron el atentado y expresaron condolencias a las familias de las víctimas.
“Nuestros héroes no pueden seguir siendo blanco de estas organizaciones criminales que solo buscan sembrar miedo. La ofensiva contra el Clan del Golfo continuará”, señaló una fuente de la Policía en el departamento.
Este nuevo hecho de violencia se suma a la serie de ataques que en los últimos meses han cobrado la vida de varios uniformados en distintos puntos del país, evidenciando el riesgo constante al que se enfrentan los patrulleros en las zonas rurales más apartadas.







