La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) dictó este martes una sentencia histórica al condenar a siete exintegrantes del Secretariado de las extintas FARC-EP a penas alternativas de ocho años, la máxima prevista por la justicia restaurativa, por su responsabilidad en crímenes de secuestro durante el conflicto armado.
Entre los condenados se encuentran los últimos jefes máximos de la guerrilla: Rodrigo Londoño (alias Timochenko), Pastor Alape, Jaime Alberto Parra (el Médico), Pablo Catatumbo, Milton de Jesús Toncel (Joaquín Gómez), Julián Gallo (Carlos Antonio Lozada) y Rodrigo Granda (Ricardo Téllez).
Al leer la sentencia, el magistrado Camilo Suárez Aldana destacó que, aunque no borra el sufrimiento de las víctimas, representa un acto de reconocimiento y verdad ante hechos “injustificables e inhumanos”. Además, hizo un llamado a la sociedad para construir una paz real, basada en la verdad, la memoria y la dignidad.
El presidente de la JEP, magistrado Alejandro Ramelli, calificó la decisión como un hito sin precedentes, pues es la primera vez que los máximos responsables de un conflicto reconocen públicamente sus crímenes ante la justicia y las víctimas. Ramelli resaltó la importancia de este proceso como fruto de la búsqueda incansable de verdad por parte de las víctimas y como una invitación a desmontar el silencio y la negación.
Esta sentencia no solo cierra una etapa judicial, sino que también abre una nueva página para la memoria histórica y el camino hacia la paz en Colombia.