El Ministerio de Defensa Nacional anunció una profunda reorganización dentro de las Fuerzas Militares de Colombia con el fin de incrementar las capacidades operativas de las instituciones encargadas de la seguridad nacional y mejorar la protección a la población civil. Según el ministro Iván Velásquez, la reestructuración tiene como objetivo optimizar la respuesta ante las crecientes amenazas del crimen organizado y fortalecer el control territorial en el país.
“Esta nueva organización de las Fuerzas Militares tiene como propósito incrementar las capacidades y brindar seguridad a la población”, afirmó Velásquez durante una rueda de prensa realizada en Bogotá. El ministro aseguró que la reorganización no debilita a las Fuerzas Armadas, sino que busca modernizar y adaptar sus estrategias frente a los nuevos desafíos de seguridad.
Creación de fuerzas de despliegue rápido
Una de las principales medidas anunciadas fue la creación de nuevas fuerzas de despliegue rápido. El plan incluye la activación de seis nuevas Fuerzas de Despliegue Rápido (Fudra), que se sumarán a las cuatro existentes, con el fin de fortalecer la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia en todo el país. Cada una de estas fuerzas estará compuesta por 2.800 efectivos, los cuales podrán actuar rápidamente en cualquier zona del territorio nacional, según lo explicó el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, almirante Francisco Cubides.
El ministro Velásquez también destacó el fortalecimiento de la inteligencia conjunta entre el Ejército, Armada y Fuerza Aérea Colombiana para garantizar una mejor coordinación en las operaciones de seguridad. “Este sistema de organización no debilita a las Fuerzas Militares, sino que las fortalece”, aseguró el ministro, quien insistió en que el objetivo es articular mejor las capacidades de las tres ramas de las Fuerzas Armadas para enfrentar las amenazas de forma más efectiva.
Expansión del ‘Plan 16.000’
Dentro de las iniciativas para reforzar la presencia militar, el Gobierno también continúa con el ‘Plan 16.000’, que tiene como meta la incorporación de 11.000 soldados al Ejército, 2.300 a la Armada y 2.300 a la Fuerza Aérea. Velásquez señaló que este plan es clave para mantener el control de territorios estratégicos y garantizar la seguridad en las regiones más afectadas por el crimen organizado y grupos armados ilegales.
Críticas y preocupaciones
Aunque el Gobierno insiste en que la reorganización tiene como fin fortalecer las Fuerzas Militares, la decisión ha generado críticas. Exministros de Defensa, como Juan Carlos Pinzón, expresaron su preocupación por los cambios. Pinzón, a través de su cuenta en X (antes Twitter), afirmó que desactivar el trabajo conjunto de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Policía es una señal de “incapacidad del Estado” y cuestionó si las fuerzas armadas y de policía tienen la capacidad operativa adecuada para enfrentar los retos de seguridad del país.
Por su parte, el almirante Cubides rechazó las críticas y afirmó que la reorganización no supone la eliminación de ningún componente de las Fuerzas Armadas, sino una reestructuración con el fin de optimizar los recursos y capacidades disponibles para combatir el crimen.
Con esta reorganización, el Gobierno busca mejorar la seguridad en el país, aunque aún queda pendiente la respuesta de los sectores críticos sobre la eficacia de estas medidas en la lucha contra el crimen y la violencia en Colombia.