Cuando Junior parecía condenado a dejar escapar puntos en casa frente a Bucaramanga, apareció el hombre de los minutos calientes: Steven ‘Titi’ Rodríguez. El delantero antioqueño ingresó en el segundo tiempo y, con temple y precisión, convirtió dos penales en los últimos minutos para sellar la remontada 2–1 que mantiene al equipo tiburón como líder de la Liga Colombiana.
El guion parecía adverso. Junior caía 1–0 y había desperdiciado una pena máxima en los pies del paraguayo Guillermo Paiva. Pero Rodríguez tomó la responsabilidad en el cierre del juego. El primero, al minuto 86, tras una falta contra José Enamorado, lo transformó en empate con un remate imposible para Aldair Quintana. Y cuando el tiempo se agotaba, otro penal sobre el mismo Enamorado le dio la oportunidad de convertirse en héroe: otra ejecución impecable, otro rugido de la hinchada.
“Me personalicé de los penaltis porque así lo trabajamos en la semana… Hoy me sentí con la confianza de coger los dos penales, marcar y darle la victoria al equipo”, confesó un emocionado Rodríguez, quien ya suma ocho goles en el año con la camiseta rojiblanca.
El público reconoció su papel coreando su nombre, mientras el técnico Alfredo Arias despejaba cualquier duda: “Si ‘Titi’ está en la cancha, él es el número uno para patear los penales. Los entrenamos todos los días y esa es su responsabilidad”.
Junior, con un Rodríguez encendido y la hinchada de su lado, sigue firme en la punta del campeonato, demostrando que en Barranquilla los partidos no terminan hasta que el ‘Tiburón’ dice la última palabra.