Una nueva controversia ha surgido en América Latina en torno a la posibilidad de un despliegue de fuerzas militares de Estados Unidos en Ecuador y Perú. El tema ha generado intensas discusiones sobre la soberanía y la influencia extranjera en la región.
El periodista especializado en Relaciones Internacionales, Eliécer Jiménez Julio, sostiene que la presidenta peruana, Dina Boluarte, ha solicitado apoyo a Washington debido a su percepción de vulnerabilidad en el control político y militar del país. Esta solicitud refleja una inquietud creciente por parte de algunos gobiernos latinoamericanos ante los desafíos internos y externos que enfrentan.
Jiménez también argumenta que Estados Unidos busca reafirmar su hegemonía en América Latina en un contexto donde su influencia parece estar disminuyendo, especialmente ante el ascenso de alianzas como BRICS. Esta dinámica geopolítica podría tener repercusiones significativas en las relaciones entre EE.UU. y los países de la región.
La posibilidad de la llegada de tropas estadounidenses ha sido recibida con escepticismo y críticas por parte de diversos sectores de la sociedad civil en Ecuador y Perú, quienes advierten sobre los riesgos de una mayor militarización y la pérdida de autonomía. La situación ha llevado a un llamado a la reflexión sobre el futuro de la política exterior en América Latina y el papel de Estados Unidos en el continente.
Este debate continúa desarrollándose mientras los países de la región evalúan sus posturas y estrategias en un mundo cada vez más multipolar.