La E.S.E. Universitaria del Atlántico (UNA), creada hace cuatro años como una alternativa para mejorar la salud en el departamento, atraviesa una crisis financiera que se profundiza día a día. La gerente de la entidad, Rosmery Wehedeking, confirmó a Zona Cero que la deuda actual supera los $147 mil millones, cifra que aumentó en más de $39 mil millones desde marzo de este año.
Wehedeking, quien apenas lleva tres meses en el cargo, ha dedicado este tiempo a hacer un diagnóstico exhaustivo para establecer y optimizar procesos tanto administrativos como asistenciales, en medio de una situación compleja a nivel nacional en el sector salud. La deuda representa un desafío enorme para garantizar la atención médica en la región, y la gerente afirmó que buscan medidas para disminuir el pasivo sin afectar la prestación del servicio.
Crisis que golpea a los profesionales de la salud
El impacto de esta crisis financiera se ha reflejado en las recientes protestas y paros del personal médico. El Hospital Departamental de Sabanalarga estuvo paralizado durante días por deudas de entre cuatro y seis meses con sus trabajadores. Los pediatras de la red también enviaron una carta demandando al menos dos meses de pago, advirtiendo que podrían tomar medidas colectivas para defender su dignidad profesional.
El viernes 8 de agosto se firmó un acuerdo para efectuar los pagos pendientes, con la esperanza de que los especialistas y demás trabajadores de la red reciban sus salarios a más tardar el lunes siguiente. Wehedeking también anunció que se está levantando un embargo sobre recursos entregados por la Gobernación del Atlántico y que se espera un giro por parte de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres).


El panorama financiero y el papel de la Adres
Hasta el 29 de julio de 2025, la Adres ha girado a la ESE UNA un total de $37.412 millones, divididos en $30.672 millones para el régimen subsidiado y $46.739 millones para el contributivo. En 2024, la cifra fue considerablemente mayor, llegando a $70.874 millones.
Los pagos provienen de varias EPS como Coosalud, Mutual SER, Nueva EPS, Cajacopi, Sura, Salud Total, entre otras, siendo Coosalud y Mutual SER las que más aportan, con más de $10 mil millones cada una.
Sin embargo, el diputado Alfredo Varela ha cuestionado los contratos de provisión de servicios que suman cerca de un billón de pesos con operadores privados, vigentes hasta 2037, calificándolos como desfavorables para el departamento.
En 2024, la ESE UNA reportó ingresos por $130.384 millones pero tuvo gastos en servicios por $125.515 millones, lo que dejó un margen operacional muy estrecho. Los gastos administrativos y de operación sumaron $24.429 millones, resultando en un déficit operativo de $21.663 millones.
Voces que alertan sobre la gravedad de la crisis
El veedor ciudadano Rubén Moreno, tras visitar hospitales del Atlántico, denunció que la falta de pagos a trabajadores es generalizada y urgente una intervención. Por su parte, el gobernador Eduardo Verano admitió la necesidad de replantear la estructura operativa de los hospitales departamentales para asegurar la continuidad y calidad de los servicios.
Verano planteó la posibilidad de regresar al modelo anterior, en el que cada hospital funcionaba como empresa autónoma, con su propia gerencia, finanzas y estrategias comerciales, lo que permitiría un mejor desempeño económico y administrativo.
Finalmente, el diputado Harry Canedo hizo un llamado a la administración departamental para que respete el derecho a la salud de los usuarios, quienes merecen una atención digna y de calidad.

El panorama de la ESE UNA es crítico y exige decisiones urgentes para evitar que la crisis financiera termine por afectar aún más la atención médica en el Atlántico, poniendo en riesgo la salud de miles de ciudadanos.