La Fiscalía General de la Nación imputó al empresario barranquillero Julio Gerlein Echeverría por el delito de soborno en actuación penal, en calidad de determinador, en el marco del escándalo de compra de votos relacionado con la excongresista Aida Merlano. Según la acusación, Gerlein habría presionado a la exsenadora para que suspendiera su colaboración con las autoridades judiciales, a través de emisarios.
El proceso, revelado por Revista Semana, señala que Gerlein habría dado instrucciones a dos abogados para que visitaran a Merlano en la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá, con el fin de ofrecerle beneficios a cambio de su silencio, con el objetivo de proteger su nombre en la investigación por corrupción electoral.
Además de Gerlein, la Fiscalía también vinculó a los abogados Teodoro Antonio Deyongh y Diego Muñetón Restrepo. A Deyongh se le imputó el delito de soborno en actuación penal, en calidad de autor; mientras que a Muñetón se le atribuyeron los delitos de falso testimonio como determinador y soborno en actuación penal.
En una declaración entregada a Semana, Aida Merlano aseguró que el 28 de septiembre de 2018 recibió la visita del abogado Muñetón, quien le habría propuesto callar a cambio de ayuda para obtener su libertad y un pago de 3 mil millones de pesos para que saliera del país.
Durante la audiencia ante un juez de control de garantías de Bogotá, los tres implicados no aceptaron los cargos.
Este nuevo capítulo judicial vuelve a poner bajo la lupa el entramado de corrupción electoral que rodeó la elección de Aida Merlano al Senado en 2018, cuyo epicentro fue la sede política financiada por Gerlein, allanada el mismo día de las elecciones. La justicia busca esclarecer el alcance de la red de apoyo político y financiero detrás del escándalo que ya dejó condenas y fugas espectaculares.