En medio del huracán político y mediático que rodea el proceso contra el expresidente Álvaro Uribe, una voz se alza con firmeza: la de la Corporación de Jueces y Magistrados, que exige garantías para una justicia sin amedrentamientos.
La Corporación solicitó este lunes al Consejo Superior de la Judicatura y a las autoridades competentes proteger a la jueza 44 de Conocimiento de Bogotá, Sandra Heredia, quien lleva el caso que tiene al país en vilo. También pidieron blindar a su equipo de trabajo frente a las presiones que, según denuncian, se ciernen como sombras sobre la independencia judicial.

En un comunicado que suena más a advertencia que a simple solicitud, la Corporación recordó que “las decisiones judiciales no deben ser sometidas al tribunal de la opinión pública ni a los linchamientos digitales”. Y fue enfática: “La única vía legítima para controvertir un fallo es a través de los recursos legales”.
El llamado: respeto al fallo, sea cual sea
El mensaje no podría ser más claro ni más oportuno. A pocas horas de que concluya la audiencia clave en el caso Uribe, la tensión es palpable en las afueras del complejo judicial de Paloquemao, donde simpatizantes y contradictores del expresidente han hecho sentir su presencia —y su presión.
Por eso, los jueces piden respeto. No solo por la investidura de la jueza Heredia, sino por la institucionalidad misma. “Que se respete la decisión, sea cual sea”, claman.
Una vez finalice la jornada judicial de hoy, se espera que los jueces de Paloquemao den una rueda de prensa. Quizás allí se escuche, por fin, lo que muchos parecen haber olvidado: que en una democracia, la justicia no se negocia ni se intimida. Se respeta.