Tras horas de bloqueo en la Vía al Mar, la comunidad del corregimiento de Santa Verónica, en Juan de Acosta, logró lo que llevaba esperando desde hace más de un año: la aprobación de la licencia ambiental para iniciar la construcción de espolones que frenen la erosión que amenaza sus viviendas, sus playas y su tranquilidad.
La Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) dio luz verde de manera excepcional a este proyecto, argumentando estudios técnicos y la declaratoria de calamidad pública emitida por la Gobernación del Atlántico. La decisión llega después de intensas gestiones y protestas pacíficas que reflejan el clamor de una comunidad cansada de ver cómo el mar le arrebata el territorio, metro a metro.
Con esta autorización, se destraba la ejecución de una inversión cercana a los 75 mil millones de pesos, ya asegurados por la Gobernación del Atlántico, pero represados por falta del permiso ambiental.
El alcalde de Juan de Acosta, Carlos Fidel Higgins, no ocultó su emoción. “Es muy gratificante, es una lucha de la comunidad”, dijo, agradeciendo al gobernador Eduardo Verano por el respaldo constante a esta causa.
Hoy, Santa Verónica respira un poco más tranquila. El mar seguirá rugiendo, pero al menos ahora, tendrá con qué hacerle frente.