Un hecho doloroso enluta a una familia en Santa Marta. Jaden Aguilar Matos, un niño de tan solo tres años, falleció ahogado en la piscina de su casa mientras su madre tomaba una siesta, en un descuido que terminó en tragedia.
Según el relato de allegados, madre e hijo habían compartido el almuerzo y luego se acostaron a dormir como de costumbre. Pero en un momento de la tarde, el pequeño se despertó, salió en silencio al patio y cayó en la piscina, sin que nadie pudiera evitarlo.
Minutos después, la madre despertó inquieta al notar que su hijo no estaba a su lado. La búsqueda terminó en el patio trasero, donde encontró al niño flotando en el agua. Lo sacó de inmediato y lo llevó a toda prisa al centro asistencial más cercano, pero los médicos solo pudieron confirmar que ya no tenía signos vitales.
El caso ha generado conmoción en la comunidad y pone nuevamente sobre la mesa la importancia de reforzar medidas de seguridad en los hogares que cuentan con piscinas, especialmente cuando hay niños pequeños. La curiosidad natural de los menores y la falta de barreras físicas o supervisión continua pueden convertirse en riesgos fatales en segundos.