Mientras miles de maestros en Colombia siguen esperando una cita médica, una autorización o una mínima respuesta del sistema que supuestamente debía proteger su salud, Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, soltó la frase que ya muchos venían mascullando en voz baja:
«El modelo de salud de los maestros es un inmenso fracaso».
Y no se quedó ahí. Mac Master, con tono firme y sin rodeos, advirtió que lo que está ocurriendo con el Fondo del Magisterio (Fomag) no es un caso aislado, sino una advertencia nacional: lo mismo puede sucederle al resto del sistema de salud si el Gobierno insiste en seguir este camino.

“Clínicas y hospitales de primer nivel le están suspendiendo los servicios al magisterio. Y este modelo fue vendido como el gran ‘plan piloto’ de la reforma a la salud. Ahí tienen su piloto: estrellado”, disparó.

Mac Master también criticó la improvisación y el miedo del Gobierno a tocar intereses políticos:
“No tienen ni idea de cómo hacerlo funcionar. Le temen a Fecode marchando, mientras los maestros y sus familias están sin atención médica y sin solución a la vista”.
El presidente de la ANDI puso el dedo en la llaga: si el sistema colapsa con el 1% de la población —unos 500.000 maestros—, ¿qué puede esperar el resto del país?. Y frente a los rumores de una eventual consulta popular si no se aprueba la reforma a la salud, fue tajante:
“¿Cuál es la necesidad de llevar al país a un caos mayor? La única explicación posible es que el gobierno quiera tener el control total de los 80 billones de pesos que maneja el sistema”.
Mac Master cerró señalando lo que muchos ciudadanos ya sienten en carne propia: mientras los pacientes claman por atención, el Gobierno parece más enfocado en controlar el sistema que en hacerlo funcionar.
Un “plan piloto” que terminó como tantos otros en este país: sin dirección, sin resultados y con miles pagando las consecuencias.