Barranquilla se está acostumbrando a escuchar disparos. Y eso, dice Arturo Medrano, es el primer signo de una ciudad que pierde el control sobre su destino. El reconocido experto en seguridad y expersonero del Distrito encendió las alarmas esta semana con un informe crudo: 28 muertes violentas en apenas 13 días de julio de 2025.
El reporte, que ya circula entre medios y autoridades, confirma lo que muchos barranquilleros sienten en la calle: la violencia volvió a tomar el timón. De esas 28 muertes, 13 ocurrieron en Barranquilla y 10 en Soledad. En total, 23 asesinatos en el área metropolitana. El resto de los crímenes se distribuyen entre Sabanalarga (3), Suan (1) y Manatí (1).
No es solo una cifra: son padres, madres, hijos, jóvenes. Cuatro de las víctimas fueron mujeres. Algunas murieron en la intimidad de sus casas, otras en esquinas marcadas por el miedo. La mayoría cayó por el gatillo de sicarios: 22 de los 28 casos ocurrieron bajo esa modalidad. Un dato que, más que estadístico, revela el nivel de organización que tienen las bandas armadas en la región.
Un fin de semana de sangre
El punto de quiebre llegó entre el viernes 11 y el domingo 13 de julio, cuando 13 personas fueron asesinadas. El fin de semana más violento del mes. Algunas muertes ocurrieron a plena luz del día. En el barrio La Chinita, un hombre fue baleado frente a su familia. En Soledad, un joven fue sorprendido al llegar a casa. En Sabanalarga, tres personas fueron asesinadas dentro de una finca. Y en Suan, una mujer fue encontrada sin vida, su cuerpo hablaba por ella.
“Hay una reconfiguración criminal”
Arturo Medrano no solo entregó cifras. Hizo advertencias. Según su análisis, este nuevo brote de violencia no es casual: las estructuras criminales están en plena reconfiguración, tras capturas recientes de cabecillas de bandas como Los Pepes y Los Costeños. En otras palabras, hay una guerra interna por el control de las rutas del microtráfico, las extorsiones y los barrios.
“Estamos viendo una transición silenciosa, pero muy violenta. Hay nuevos liderazgos criminales disputándose territorios que antes tenían dueño”, explicó Medrano.
¿Quién cuida a Barranquilla?
Desde la Alcaldía se insiste en que “la seguridad es un compromiso ciudadano”, una frase que suena en cuñas radiales y pancartas, pero que a muchos les sabe a poco. ¿Puede la ciudadanía sola contener un fenómeno que involucra redes armadas, dinero ilegal y corrupción? ¿Dónde están las estrategias sostenidas, la inteligencia criminal, la inversión social?
Medrano lo dice sin rodeos: “Si no se reacciona con contundencia, julio puede cerrar como el mes más sangriento del año. Las cifras no son frías: son advertencias. Y esta ciudad está a tiempo de evitar que el miedo se normalice”.
Porque cada número tiene un nombre.
Porque cada víctima tuvo un hogar, una historia, y tal vez sueños que nunca llegaron a contarse.
Barranquilla está en Modo Seguridad. Pero lo que realmente necesita, dicen los expertos, es estar en modo reacción.