La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) asumirá la investigación del asesinato de Álvaro Gómez Hurtado, ocurrido el 2 de noviembre de 1995, luego de que varios exjefes de las extintas Farc reconocieran su responsabilidad en los hechos.
El caso será incluido formalmente en el Caso 10, que aborda los crímenes no amnistiables cometidos por las antiguas Farc, entre ellos homicidios selectivos, secuestros y atentados contra la población civil y figuras públicas.
La JEP explicó que esta decisión se tomó tras evaluar las versiones rendidas por miembros del antiguo Secretariado de las Farc, quienes aseguraron que el asesinato del líder conservador fue ordenado por la organización insurgente, en el marco de lo que calificaron como un “acto de guerra política”.


El crimen de Álvaro Gómez Hurtado, intelectual, dirigente del Partido Conservador, excandidato presidencial y crítico del gobierno de turno, ha sido uno de los más emblemáticos y controversiales de la historia reciente de Colombia. Durante décadas, diferentes hipótesis rodearon el caso, desde móviles políticos hasta vendettas internas del Estado, sin que se esclareciera completamente su autoría.
Con la inclusión del caso en la JEP, se espera que se establezcan verdades judiciales y responsabilidades individuales, así como reparaciones a la familia Gómez y a la sociedad colombiana.
El tribunal transicional informó que continuará recibiendo versiones voluntarias y pruebas, tanto de exintegrantes de las Farc como de otros actores que puedan haber tenido conocimiento de los hechos, en aras de garantizar un proceso transparente, reparador y en sintonía con el derecho a la verdad.
Esta decisión marca un nuevo paso en la búsqueda de justicia sobre un crimen que ha sido símbolo del conflicto político y armado en Colombia.