El asesinato del médico legista y exdirector de Medicina Legal, Eduardo Pinto Viloria, sigue dando de qué hablar. La condena de 57 años y seis meses de prisión que pesa sobre su esposa, Dayana Jassir de la Hoz, no es el final de esta tragedia judicial. Aunque fue hallada culpable del homicidio de Pinto en 2016, su defensa continúa luchando para revertir la sentencia, llevando el caso ante la Corte Suprema de Justicia.
El crimen, inicialmente presentado como un robo domiciliario, fue reconfigurado por la Fiscalía, que halló pruebas suficientes para señalar a Jassir como la determinadora del asesinato. La investigación reveló que, tras varios testimonios de implicados, Jassir habría solicitado a su cómplice Johan Beltrán Ulloque, condenado por el crimen, que contratara a un sicario para matar a su esposo.
La sentencia y los testimonios clave
El caso, que había dado un giro inesperado en 2023 con una sentencia absolutoria, experimentó un nuevo revés en los tribunales. La Sala Penal del Tribunal Superior de Barranquilla revocó el fallo inicial, dictó una nueva condena contra Jassir y ordenó su recaptura, destacando las pruebas que la vinculan directamente con el homicidio.
Uno de los testimonios más cruciales fue el de Johan Beltrán, quien en su declaración jurada afirmó que fue Jassir quien, con dinero y contactos, le pidió que organizara el asesinato de Pinto. Su versión fue respaldada por las declaraciones de otros involucrados, quienes corroboraron la participación de la mujer.
La defensa y la apelación a la Corte Suprema
El equipo de abogados de Dayana Jassir, Julio Ojito Palma y Janeth Ortiz, ha apelado la decisión, argumentando que no existen pruebas suficientes para atribuirle la responsabilidad del crimen. Insisten en que Jassir y su esposo estaban en proceso de reconciliación y que no había motivos para asesinarlo. Los defensores buscan que la Corte Suprema revierta la condena, apelando al principio de presunción de inocencia y la falta de pruebas contundentes.
El futuro del caso
El juicio ha tenido un impacto significativo en la región y continúa generando debate, debido a la notoriedad de los protagonistas y los giros judiciales. A medida que el caso avanza hacia la Corte Suprema, se espera que esta instancia determine el destino final de Jassir, cuyo futuro está pendiente de una última resolución.
Este escabroso caso sigue siendo un referente en la lucha contra los crímenes de alto perfil y pone de manifiesto la complejidad de las investigaciones judiciales en Colombia. La sentencia de la Corte Suprema será el último capítulo de una historia que aún tiene mucho por contar.
