El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, hizo un llamado al sector energético para abrir un diálogo nacional en torno a los aspectos más sensibles del sistema eléctrico colombiano, como las tarifas, la estratificación y la reconfiguración de los organismos reguladores.
Durante su intervención virtual en el Congreso Anual de Energía organizado por Acolgen (Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica), el jefe de la cartera energética planteó la creación de una mesa de trabajo amplia, que involucre tanto a generadores como a usuarios, gremios y legisladores, con miras a formular un nuevo proyecto de ley que redefina pilares clave del modelo energético colombiano.
“Queremos abrir la conversación en el Congreso sobre una ley que incluya la opción tarifaria, los saldos acumulados, la estratificación, e incluso, la forma en que se elige y conforma la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG)”, explicó el ministro Palma, señalando que es el momento de revisar con apertura y sentido técnico el funcionamiento del sistema.
Esta propuesta se enmarca en la estrategia del Gobierno para avanzar en una transición energética justa, que no solo priorice la sostenibilidad ambiental, sino también el acceso equitativo y asequible al servicio de energía, especialmente en regiones donde las tarifas son elevadas y los subsidios insuficientes.
Palma reiteró, además, la necesidad de impulsar proyectos de energía solar a gran escala y fortalecer los mecanismos de subastas de expansión y reconfiguración del sistema, que permitan cerrar las brechas entre oferta y demanda energética. Según el ministro, garantizar un suministro estable es tan prioritario como reducir la dependencia de fuentes fósiles.
La convocatoria fue bien recibida por algunos sectores del gremio, aunque persisten dudas sobre la independencia regulatoria y la viabilidad de reformar profundamente la CREG, un órgano que ha sido tradicionalmente técnico y autónomo.
Por ahora, el sector energético se alista para participar en las discusiones que vendrán. El éxito de esta propuesta dependerá del nivel de consenso que logre el Gobierno con los distintos actores del ecosistema energético colombiano.