El escándalo por corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) sigue creciendo. Esta vez, nuevos señalamientos por parte de Sandra Ortiz, exconsejera presidencial para las Regiones del gobierno Petro, han salpicado directamente al expresidente del Senado, Iván Name, y a su hijo, Iván Leonidas Name Ramírez.
Según revelaciones hechas por la revista Semana, Ortiz, quien busca beneficios judiciales con la Fiscalía, confesó haber sido la intermediaria de dos pagos por $1.500 millones cada uno, presuntamente destinados a Name. Las entregas se habrían realizado los días 12 y 13 de octubre de 2023, en medio de un esquema de supuesta compra de favores políticos y aceleración de decisiones legislativas.
El 13 de octubre, coincidiendo con la segunda entrega, se celebró un desayuno político en el que participaron Vladimir Fernández —entonces secretario jurídico de la Presidencia y hoy magistrado de la Corte Constitucional— y Carlos Ramón González, exdirector del Dapre. Según Ortiz, ese mismo día Fernández recibió el orden del día del Senado, presuntamente ajustado por Name, para facilitar su elección como magistrado.
Chats divulgados entre Ortiz y Fernández refuerzan esta versión. En uno de ellos, Fernández agradece con entusiasmo a Ortiz tras recibir el orden del día: «Gracias, mi reina». Horas después, tras su elección, vuelve a escribirle: «Sandrita hermosa, gracias por todo tu apoyo, de verdad. Te la debo.»
Estas comunicaciones, junto con los señalamientos de Ortiz y el testimonio del exsubdirector de la UNGRD, Sneyder Pinilla —quien también implicó a Name en el cobro de $3.000 millones—, configuran un presunto entramado de corrupción de alto nivel que ahora compromete a figuras clave del Congreso y del Gobierno Petro.
La Fiscalía continúa recopilando pruebas mientras Sandra Ortiz busca un principio de oportunidad que le permita colaborar a cambio de beneficios judiciales. El país sigue a la espera de un pronunciamiento oficial por parte de los involucrados.