La carrera delictiva de Alí Javier Bracho Ochoa, de 24 años, terminó en un restaurante de comida china del barrio Carrizal, donde fue abatido por unidades del Gaula de la Policía en medio de un operativo antiextorsión. Lo que parecía una intervención rutinaria, reveló rápidamente el trasfondo de uno de los criminales más buscados del Atlántico.
Bracho Ochoa no solo estaba implicado en actividades extorsivas; además, se encontraba prófugo desde el pasado 16 de marzo, cuando logró escapar de la estación de Policía de Sabanalarga, donde permanecía recluido por el homicidio de Mildrey Fernanda Cuadro Medina, una joven madre de 20 años, asesinada a sangre fría el 28 de agosto de 2024 en la invasión Nuevo Renacer.
De acuerdo con las autoridades, el sujeto llegó en motocicleta al lugar del crimen, abrió fuego contra Mildrey y dejó herida a otra mujer de 34 años. Fue capturado pocas horas después, pero su fuga reciente había reactivado las alertas en cuerpos de inteligencia.
Bracho Ochoa también había sido detenido en abril de 2024 durante un operativo contra el grupo criminal ‘Los Costeños’, en el que le fueron incautados explosivos, marihuana, celulares y otros elementos relacionados con actividades ilegales. Su prontuario incluía cuatro anotaciones por porte ilegal de armas, hurto y acceso carnal.
El operativo de este lunes puso fin a su historial delictivo, y según fuentes policiales, su neutralización representa un duro golpe contra el crimen organizado en la zona sur de Barranquilla.