El Ministro del Interior, Armando Benedetti, sacudió el ambiente político este jueves al pedir la renuncia de todos los funcionarios de su cartera. En medio de una reestructuración en el ministerio, Benedetti destacó que este ajuste no solo responde a la necesidad de reorganizar su equipo, sino a un enfoque más estratégico para afrontar los grandes desafíos del país.
“Cada torero con su cuadrilla”, fueron las palabras de Benedetti para justificar la decisión, dejando claro que pretende rodearse de un equipo de confianza. Además, explicó que, aunque la salida de Alexander Jaimes, director de Asuntos Religiosos, había generado especulaciones sobre represalias políticas, la realidad es que su remoción estaba basada en razones totalmente diferentes, según aseguró el Ministro.
Benedetti, quien lleva menos de dos semanas al frente del ministerio, también reveló que ha estado trabajando desde la Casa de Nariño, y no desde su oficina en el Ministerio del Interior, dado que ha tenido que coordinar de cerca con el presidente y otros ministros en temas clave, como la reforma a la salud y la situación en el Catatumbo. “Ni siquiera conozco el baño de mi oficina”, bromeó el Ministro, reflejando la rapidez y las tensiones que ha vivido en su primer período de gestión.
Reestructuración en medio de investigaciones judiciales
Mientras implementa estos cambios en su equipo de trabajo, Benedetti se encuentra bajo la lupa de la Fiscalía General de la Nación, que avanza en una indagación relacionada con un presunto tráfico de influencias. Las investigaciones se centran en gestiones que el Ministro habría realizado para beneficiar a ciertas personas en procesos administrativos. A pesar de las acusaciones, Benedetti ha negado rotundamente los cargos y calificado las denuncias como parte de un ataque político.
La controversia cobró fuerza tras declaraciones de Luis Carlos Reyes, exdirector de la DIAN, quien afirmó que Benedetti había intervenido en nombramientos dentro de las aduanas antes de que Reyes asumiera el cargo. Aunque el Ministro defiende que estas conversaciones no constituyen un delito, la Corte Suprema de Justicia será la encargada de definir si las acciones de Benedetti configuran algún tipo de irregularidad legal.
Este panorama está generando un caldo de cultivo para la oposición, que ha criticado la gestión del Ministro y cuestionado las prácticas políticas dentro del Gobierno. Sin embargo, Benedetti mantiene su postura firme y asegura que no permitirá que los ataques desestabilicen su labor.
Un futuro incierto para el Ministerio del Interior
Con su administración recién comenzada, Benedetti ya enfrenta una serie de decisiones cruciales que definirán su camino al frente del Ministerio del Interior. Además de la reestructuración interna, deberá lidiar con la tensión política que se ha desatado tras la reforma laboral y otras iniciativas del Gobierno. Mientras tanto, el ministro sigue de cerca las investigaciones judiciales, que podrían marcar el futuro de su gestión.
Lo que está claro es que, a tan poco tiempo de haber asumido el cargo, Armando Benedetti ha dejado claro que su mandato no será pasivo, y que la reestructuración que busca implementar en su equipo de trabajo también refleja la necesidad de enfrentar los retos judiciales y políticos que se avecinan.