martes, octubre 22, 2024

Expresidente peruano Alejandro Toledo condenado a 20 años de prisión por Odebrecht

Sentencia histórica: Alejandro Toledo condenado a 20 años y seis meses de prisión por corrupción

El Segundo Juzgado Penal Colegiado de la Corte Superior Nacional del Perú ha dictado este lunes una sentencia ejemplar contra el expresidente Alejandro Toledo, quien gobernó el país entre 2001 y 2006. Toledo ha sido condenado a 20 años y seis meses de prisión por aceptar sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, en uno de los casos más emblemáticos del escándalo de corrupción conocido como ‘Lava Jato’.

La jueza Inés Rojas Contreras fue la encargada de leer la sentencia, en la que se determinó que Toledo incurrió en los delitos de colusión y lavado de activos. La investigación reveló que el exmandatario recibió un soborno de 35 millones de dólares de Odebrecht a cambio de la adjudicación de las obras de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur. De este modo, se le impuso una pena de 11 años y seis meses por lavado de activos y 9 años por colusión, además de una inhabilitación de tres años para ejercer cargos públicos.

Con esta condena, Toledo se convierte en el primer exmandatario peruano encarcelado en el contexto del caso ‘Lava Jato’, el mayor escándalo de corrupción en la historia reciente del país, que salió a la luz en 2016 y que ha salpicado a numerosas figuras políticas.

Durante la audiencia, que se extendió por más de tres horas, el Poder Judicial expuso en detalle las irregularidades cometidas entre 2004 y 2006, afirmando que estas acciones causaron un grave perjuicio al Estado. La corte destacó que Toledo facilitó la aceleración de la licitación mediante reuniones en el Palacio de Gobierno, lo que evidencia una clara intención de favorecer a Odebrecht.

El fiscal José Domingo Pérez había solicitado previamente una condena de 20 años y seis meses, junto con la inhabilitación mencionada, lo que se alinea con la decisión del tribunal.

En sus últimas declaraciones durante el juicio, Toledo mantuvo su inocencia y solicitó ser permitido a regresar a su hogar, alegando problemas de salud graves, incluyendo cáncer y problemas cardíacos. “Déjenme curar o morir en mi casa”, imploró, mientras reiteraba su deseo de defenderse desde su hogar.

Este fallo marca un hito en la lucha contra la corrupción en Perú, reflejando el compromiso de las autoridades por llevar a la justicia a aquellos que han abusado de su poder en detrimento del país. La sentencia de Toledo es una clara señal de que la impunidad tiene sus días contados en el Perú.

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