El huracán Melissa, que alcanzó la categoría 5 con vientos de hasta 290 km/h, ha dejado una trágica estela de destrucción y muerte en el Caribe, con 20 víctimas en Haití y 19 en Jamaica, además de miles de damnificados.
El fenómeno azotó con especial fuerza a Jamaica, donde más de 500.000 personas quedaron sin energía eléctrica y 15.000 fueron evacuadas. En Cuba también se reportaron graves afectaciones en zonas costeras y pérdida de cultivos.
Meteorólogos advierten que huracanes de categoría 5 son cada vez más frecuentes, impulsados por el calentamiento del océano, que actúa como “combustible” de estas tormentas extremas.
Melissa se convirtió en el tercer huracán de categoría 5 en la actual temporada —junto con Erin y Humberto—, aunque fue el único en tocar tierra, un hecho sin precedentes en los últimos 25 años.
Este nuevo evento ha reavivado el recuerdo de otros ciclones históricos que marcaron al Atlántico: Ian (2022), que dejó más de 150 muertos en Florida; Iota (2020), que devastó Providencia y el Caribe colombiano; María e Irma (2017), responsables de miles de muertes en Puerto Rico y las Antillas; y el temible Katrina (2005), considerado el más mortífero de la historia reciente.
Expertos coinciden en que el cambio climático está intensificando la frecuencia y la potencia de los huracanes, dejando al Caribe y a las costas americanas ante una nueva era de tormentas más destructivas y difíciles de predecir.







