Barranquilla vuelve a sentir el eco del miedo. Habitantes y comerciantes del norte de la ciudad denuncian la aparición de un hombre identificado como Julio Varela Grosso, señalado de haber sido cercano al extraditado capo conocido como “El Señor del Desierto”, quien —según versiones ciudadanas— estaría conformando su propio grupo armado para cobrar “por protección” a empresarios, lavadores y capos de bajo perfil.
Fuentes aseguran que Varela, un guajiro con antecedentes por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, recorre zonas como Villa Santos, Altos de Riomar y La Campiña acompañado de hombres armados, imponiendo cobros bajo el argumento de “seguridad”. “Llega con los suyos, con camionetas y escoltas, y dice que hay que colaborar si uno no quiere problemas”, relató un comerciante que pidió reserva.
El temor se ha extendido entre propietarios de restaurantes, clínicas, spas y locales de lujo, quienes aseguran que el hombre estaría intentando asumir el papel que tuvo la desaparecida familia Vega Daza, conocida en el pasado por controlar disputas y cobros entre capos y testaferros en la región.
Aunque las autoridades no se han pronunciado oficialmente, las denuncias ciudadanas apuntan a que Varela Grosso estaría intentando resucitar las viejas prácticas de extorsión y control ilegal en el norte de la ciudad.
Los residentes piden acciones urgentes de la Policía Metropolitana y la Fiscalía para frenar lo que podría convertirse en una nueva ola de intimidación bajo el disfraz de “protección privada”.







