Imagina un rayo que cruza tu rostro en un instante. Un dolor eléctrico, punzante y desgarrador que aparece sin aviso y te obliga a quedarte quieto, sin poder reaccionar. Así describen los pacientes la neuralgia del trigémino, una de las afecciones más dolorosas conocidas por la medicina.
El protagonista invisible de este cuadro es el nervio trigémino, encargado de dar sensibilidad a la cara y participar en funciones cotidianas como masticar o hablar. Cuando este nervio se irrita o se comprime, cualquier estímulo —una caricia, el roce del cepillo de dientes o incluso una corriente de aire— puede transformarse en una descarga insoportable.
¿Por qué ocurre?
- Compresión del nervio por un vaso sanguíneo cercano, que lo presiona constantemente.
- Secuelas de esclerosis múltiple o lesiones que dañan la vaina protectora del nervio.
- En algunos casos, no se identifica una causa clara.
¿Cómo se siente?
- Dolor súbito, agudo y unilateral, que puede durar segundos.
- Episodios que se repiten varias veces al día.
- Una sensación descrita como “el peor dolor conocido en medicina”.
Aunque invisible, el trigémino tiene el poder de alterar la vida entera. Su dolor puede impedir hablar, comer o dormir, convirtiéndose en un desafío físico y emocional para quien lo padece.
Recordatorio esencial: Este contenido tiene fines educativos y no reemplaza la consulta médica. Si experimentas dolor facial persistente o punzante, acude a tu médico o a un especialista en neurología.







