martes, octubre 28, 2025

La parótida: una pequeña glándula con un papel gigante en tu salud

No todo lo que está debajo de la piel es músculo. Lo que ves en la imagen —esa masa discreta frente al oído— es la glándula parótida, la más grande de las glándulas salivarias, y una de las más importantes del cuerpo.

Desde su silencio cotidiano, la parótida produce gran parte de la saliva que humedece la boca, protege los dientes y ayuda a digerir los alimentos incluso antes de llegar al estómago.

Pero su relevancia no termina ahí. En su interior atraviesa una estructura clave: el nervio facial, responsable de mover los músculos que permiten sonreír, fruncir el ceño o cerrar los ojos. Por eso, cualquier afectación en esta glándula —ya sea por inflamación, infección o cirugía— puede tener consecuencias visibles en los movimientos del rostro.

Entre las causas más comunes de alteraciones en la parótida están:

  • Infecciones virales o bacterianas, como las paperas.
  • Obstrucciones por cálculos salivales, que bloquean la salida de la saliva.
  • Tumores, tanto benignos como malignos, que pueden alterar su estructura.

Así que, si alguna vez notas dolor, hinchazón o un bulto cerca del oído o la mandíbula, no lo ignores. Podría ser una señal de que tu parótida necesita atención médica.

Dato para recordar: la salud de la parótida no solo influye en la digestión, sino también en la expresión y armonía facial.

Aviso importante: Este contenido tiene fines educativos y no sustituye la valoración médica. Si presentas síntomas o molestias, consulta a un profesional de la salud.

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