El ministro del Interior, Armando Benedetti, se refirió este lunes a su inclusión en la denominada ‘Lista Clinton’ del gobierno de Estados Unidos, una decisión que, según él, tiene un trasfondo político y consecuencias directas para su vida personal y familiar.
En un discurso cargado de emoción y molestia desde Barranquilla, Benedetti dijo sentirse “muy dolido” y “golpeado”.
“Los enemigos míos hoy, por primera vez pueden alzar bandera y ponerme la bota encima del pecho. Realmente me clavaron”, aseguró, haciendo énfasis en el impacto que la sanción ha tenido sobre su familia, hijos y esposa.
El ministro explicó que la medida implicó el congelamiento de sus tarjetas de crédito, lo que lo obliga a manejar su dinero exclusivamente en efectivo, y adelantó que ya está respondiendo ante el Departamento de Estado de EE. UU. a través de un proceso administrativo.
“Esto no es ni un tema civil ni penal, es completamente administrativo”, aclaró.
Benedetti calificó la inclusión en la lista como un acto político, posiblemente vinculado a intereses electorales en Estados Unidos.
“No sé si es para influir en las elecciones del próximo año, pero sí sé que es un tema completamente político”, señaló.
El funcionario explicó que su aparición en la lista, junto al presidente Gustavo Petro, la primera dama Verónica Alcocer y Nicolás Petro Burgos, obedecería a su defensa pública del mandatario tras los señalamientos de narcotráfico:
“Salí a decir que el presidente Petro no era narcotraficante. En ningún momento increpé o agredí al gobierno de EE. UU., pero tal vez exageré en ser el interlocutor… y me cogieron”.
Benedetti también denunció que sectores de la derecha colombiana mantienen comunicación directa con el gobierno estadounidense y han influido en decisiones que, según él, carecen de conocimiento real sobre Colombia:
“Antes de que saliera la lista, ya senadores estadounidenses estaban advirtiendo lo que iba a pasar. La derecha de Colombia va a EE. UU. a meterle carbón a Trump en contra del gobierno nacional”.
Finalmente, el ministro insistió en que la sanción es un ataque político directo, y que los efectos se sienten no solo en su persona, sino también en su vida familiar y económica, lo que lo llevó a expresar con contundencia:
“Los enemigos míos hoy pueden ponerme la bota encima del pecho porque realmente me clavaron”.







