Lo que parecía un viaje rutinario terminó en una escena de película para los pasajeros de un bus intermunicipal que cubría la ruta Sabanalarga–Repelón.
El vehículo, literalmente, se quedó sin motor en plena vía, generando pánico entre los ocupantes.
Según testigos, el motor se desprendió de forma repentina, dejando al conductor sin control del automotor durante varios segundos. “Eso fue un susto horrible, sentimos un golpe y el bus se vino abajo”, contó uno de los pasajeros.
De acuerdo con los reportes preliminares, todo apunta a una falla mecánica producto de la falta de mantenimiento. Pese al peligro, el conductor logró maniobrar y evitar una tragedia.
Las autoridades de tránsito recordaron a las empresas transportadoras la importancia de revisar constantemente el estado de sus vehículos para prevenir incidentes de este tipo.


Esta vez hubo suerte… pero no siempre el motor avisa antes de salirse.