En el pequeño corregimiento de Bálsamo, municipio de Concordia, Magdalena, un joven de 20 años se ha convertido en ejemplo de esfuerzo y perseverancia. Jhon Jairo Brochero logró 479 puntos en las Pruebas Saber 11 del ICFES, un resultado que lo ubica entre los mejores del departamento y del país, acercándolo a su sueño de convertirse en médico.
Detrás de este logro, hay noches interminables de estudio, cuadernos gastados y el sacrificio de su madre, quien no dudó en endeudarse para costear la inscripción del examen. “Yo no le conté a nadie. Solo sabía que si no hacía algo, él iba a perder la oportunidad. Ahora que veo el resultado, cada peso que debo vale la pena”, relata emocionada.
Jhon Jairo estudió en la escuela del pueblo, sin profesores especializados ni cursos de refuerzo. Su primera presentación en el ICFES le permitió obtener una beca del programa Talento Magdalena, pero su ambición era mayor: ingresar a Medicina. Decidió entonces presentar nuevamente el examen, mientras cursaba el primer semestre de una carrera técnica y estudiaba por más de diez horas diarias. Se organizó con un plan de estudio propio y creó un grupo de apoyo con otros estudiantes para mantenerse motivado.
El resultado superó sus expectativas. “Cuando vi 479, no lo podía creer. Pensé que era un error. Actualicé varias veces la página. Me temblaban las manos”, recuerda Jhon Jairo, aún con la emoción a flor de piel.
Hoy, Bálsamo celebra a su joven talento, un ejemplo de que la disciplina, el esfuerzo y el apoyo familiar pueden abrir puertas incluso en los lugares más remotos. Su próximo reto: cumplir el sueño de ser médico y devolver a su comunidad el orgullo que hoy lo acompaña.
