miércoles, octubre 15, 2025

Cuando el sueño se vuelve peligroso: la apnea obstructiva del sueño

Luis, de 46 años, vivía noches de insomnio involuntario y días agotadores.

Su esposa se veía obligada a cambiar de habitación debido a los ronquidos fuertes, mientras él se despertaba repetidamente sin recordar por qué. Durante el día, el cansancio extremo lo hacía quedarse dormido incluso en el trabajo o mientras conducía.

Una polisomnografía reveló la causa: síndrome de apnea obstructiva del sueño. Durante el descanso, sus vías respiratorias colapsaban repetidamente, interrumpiendo la respiración y reduciendo los niveles de oxígeno en sangre. Cada pausa obligaba al corazón y al cerebro a reaccionar, generando microdespertares constantes.

“Dormía ocho horas… pero mi cuerpo nunca descansaba”, relató Luis.

Los especialistas advierten que la apnea no tratada puede derivar en hipertensión, infartos, arritmias e incluso accidentes cerebrovasculares, convirtiéndose en un riesgo silencioso para la salud.

El tratamiento con CPAP (presión positiva continua) y cambios en el estilo de vida, como la reducción de peso, pueden devolver el descanso y proteger el organismo del daño crónico.

Dormir bien no es un lujo: es una necesidad vital para la salud física y mental.

Esta información tiene fines educativos y no sustituye la evaluación médica profesional.

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