La sinusitis no es solo una molestia pasajera ni una simple nariz tapada: es una inflamación de los senos paranasales, cavidades que rodean la nariz, ojos y frente, y que al obstruirse provocan presión, dolor y congestión constante.
Cuando los conductos que permiten drenar el moco se bloquean por una infección, alergia o irritante ambiental, el aire deja de circular y las secreciones se acumulan. El resultado: presión facial, congestión, dolor de cabeza y una sensación constante de cansancio o pesadez. Pero lo más importante es entender que no todas las sinusitis son iguales: – Aguda: aparece después de un resfriado o infección y dura pocos días o semanas. – Crónica: se mantiene durante meses o reaparece con frecuencia, muchas veces asociada a alergias, desviaciones del tabique o pólipos nasales.
Causas más frecuentes:
Resfriados mal curados, alergias, desviaciones del tabique, contaminación o infecciones bacterianas.
Síntomas comunes:
Dolor o presión facial, secreción espesa, pérdida del olfato, fatiga y dolor de cabeza que empeora al agacharse.
La sinusitis puede ser aguda (dura pocos días) o crónica (persistente por más de 12 semanas). En este último caso, suele requerir tratamiento médico especializado.
Recomendaciones básicas:
- Mantente hidratado y evita el humo del cigarrillo.
- Usa humidificadores en ambientes secos.
- Realiza lavados nasales con solución salina.
- Consulta al médico si los síntomas duran más de 10 días, si hay fiebre alta o dolor facial intenso.
Detectar la sinusitis a tiempo permite evitar complicaciones y recuperar una respiración libre.
Porque cuando respirar vuelve a ser fácil, todo el cuerpo lo agradece.
Aviso importante: Esta información es de carácter educativo y no reemplaza la valoración médica profesional.
Síguenos en https://www.instagram.com/drjaimeperna?utm_source=ig_web_button_share_sheet&igsh=aTI2dTBvNTk1MTB1