El exsenador Álvaro Ashton encendió nuevamente el ventilador político al vincular al actual senador Efraín Cepeda Sarabia con presuntos acercamientos y acuerdos electorales indirectos con sectores apoyados por estructuras paramilitares en el Atlántico.
Según las declaraciones de Ashton, Cepeda habría participado en alianzas departamentales y redistribución de votos en municipios como Barranquilla y Soledad, donde, asegura, existió la intervención de grupos armados ilegales.
El excongresista también mencionó al exsenador David Char Navas, de quien dijo que habría recibido respaldo político y económico de organizaciones paramilitares, así como al histórico dirigente Jorge Gerlein, y a los senadores Mario Enrique Varón Olarte y Jaime Cervantes Várelo.
Ashton aseguró que todos ellos —incluyéndose a sí mismo— respaldaron partidas del presupuesto nacional destinadas a financiar proyectos que, en su momento, habrían estado vinculados con el Frente José Pablo Díaz del Bloque Norte de las AUC, en coordinación con la Alcaldía de Barranquilla.
La revelación ha generado una nueva tormenta en el panorama político del Caribe, reavivando las sombras de la parapolítica que marcó la historia reciente del país.