sábado, octubre 25, 2025

La otra cara del empleo en Colombia: 13 millones sobreviven en la informalidad

Uno de cada cuatro trabajadores es formal y la informalidad sigue creciendo

Colombia atraviesa un panorama laboral preocupante: detrás de la reducción en la tasa de desempleo que celebra el Gobierno, se esconde una realidad alarmante. Según el más reciente informe del Dane, al cierre de agosto había 23,8 millones de personas ocupadas en el país, pero 13,26 millones de ellas trabajan en condiciones de informalidad, lo que equivale al 55,7% del total de empleados. En otras palabras, más de la mitad de los trabajadores no cotizan a la seguridad social y carecen de garantías.

Esto significa que, al sumar la totalidad de la población en edad de trabajar (40,7 millones de personas), solo uno de cada cuatro colombianos logra acceder a un empleo formal, mientras el resto se reparte entre la informalidad y la inactividad. Aunque se han creado 393.000 empleos entre agosto de 2024 y agosto de 2025, el 40% de estos son informales. De hecho, solo en lo que va del año, 406.000 personas se sumaron a la informalidad, según el Dane.

El socio de Chapman Wilches, Charles Chapman, alertó que la situación se agrava porque dentro de los inactivos —que suman 14,6 millones de personas— las mujeres son las más afectadas. Solo en agosto, 417.000 mujeres pasaron a engrosar este grupo, frente a apenas 5.000 hombres. Esta brecha refleja cómo las mujeres están abandonando el mercado laboral, en un escenario donde la informalidad ya impacta de manera estructural la economía.

Desde el sector empresarial, la preocupación es evidente. Bruce Mac Master, presidente de la Andi, advirtió que “se debe generar un crecimiento homogéneo en todos los sectores para que las empresas contraten más y haya mejores oportunidades para jóvenes y mujeres. De lo contrario, muchos colombianos seguirán buscando futuro en el exterior”. Además, señaló el aumento de los cuentapropistas —201.000 más en el último año— como un motor de la informalidad.

El Dane también evidenció marcadas diferencias regionales: en la región Caribe se concentra el mayor nivel de empleos sin garantías. Sincelejo lidera con un 69,1% de informalidad, seguida por Valledupar (64,9%), Montería (64,1%), Riohacha (64,1%), Santa Marta (59,2%) y Barranquilla (54%). Todas estas ciudades están entre las diez capitales con peores indicadores del país.

Por sectores, la agricultura encabeza la lista: de 3,1 millones de empleos, el 86,3% son informales, lo que significa que 2,6 millones de trabajadores laboran sin protección social. Le siguen alojamiento y servicios de comida, con un 74,1% de informalidad, y actividades artísticas, recreativas y de servicios, con 72,7%.

A pesar de que la tasa de desempleo se mantiene en mínimos históricos, un informe del Banco de Bogotá advirtió que el mercado laboral está bajo presión. La creación de empleo pasó de un millón de puestos en febrero a apenas 393.000 en agosto, en medio de un aumento de los costos laborales por la reforma laboral y la reducción de la jornada. En este contexto, sectores como el comercio ya reportaron caídas en sus nóminas: en agosto, 165.000 empleos se perdieron, la mayor contracción desde febrero de 2024.

Colombia enfrenta un doble desafío: por un lado, mantener bajos niveles de desempleo; y por otro, atacar de fondo la informalidad que precariza a millones de trabajadores. Sin un cambio estructural, la promesa de empleo digno seguirá siendo un reto pendiente para el país.

Economía y Finanzas

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