Lo que comenzó como un paseo familiar en las aguas tranquilas de Playa Grande, en Taganga (Santa Marta), terminó convertido en un desgarrador episodio que ha conmovido a toda la comunidad.
Una niña de tan solo dos años perdió la vida el pasado sábado luego de asfixiarse con una gomita mientras compartía con su familia. Según testigos, la menor comía un dulce cuando, de forma repentina, comenzó a mostrar signos de ahogo. La desesperación se apoderó del ambiente: sus familiares intentaron socorrerla, aplicaron maniobras de primeros auxilios, pero su pequeño cuerpo no respondía.
En cuestión de minutos, y con la esperanza intacta, fue trasladada en lancha de emergencia hasta el centro de salud del corregimiento. Sin embargo, el esfuerzo fue en vano. Al llegar, los médicos solo pudieron confirmar lo peor: la niña no tenía signos vitales.
El dolor se sintió no solo en la familia, sino también entre los turistas y trabajadores de la playa que fueron testigos de la angustia. En redes sociales y medios locales, ciudadanos expresaron su tristeza y se unieron en solidaridad con los padres.
Este lamentable suceso pone nuevamente sobre la mesa la importancia de la atención pediátrica oportuna en zonas turísticas y la necesidad de contar con personal capacitado en primeros auxilios en espacios públicos.
