En lo profundo de la vereda El Carrizal, las tropas no solo llegaron con botas en tierra, sino con inteligencia precisa y la decisión de asestar un golpe que sacudiera las finanzas del crimen. En una operación conjunta entre el Ejército Nacional y la Policía, fue desmantelado un mega laboratorio del ELN donde se producían cantidades industriales de cocaína.



El objetivo fue claro: golpear al corazón económico del cartel armado que por años ha sembrado violencia en la región.
Y el resultado, contundente:
🔺 660 kilos de clorhidrato de cocaína listos para distribución.
🔺 317 galones de pasta base en plena cocción.
🔺 490 galones de insumos líquidos y
🔺 116 kilos de químicos sólidos fueron incautados antes de que pudieran convertirse en toneladas de droga en las calles.
La operación, calificada como un duro golpe a la estructura financiera del ELN, dejó inutilizado el laboratorio, que fue destruido en su totalidad bajo los protocolos de seguridad. Las autoridades afirman que el valor del cargamento decomisado asciende a miles de millones de pesos, y su pérdida representa una fuerte sacudida para las redes narcotraficantes del grupo guerrillero.
«Cada vez que se destruye un laboratorio como este, se debilita la maquinaria criminal que alimenta el conflicto. Esto no es solo una victoria militar: es un paso hacia la paz en nuestros territorios«, afirmaron voceros de la Fuerza Pública tras el operativo.
“A los ilegales: es hora de soltar las armas”
El mensaje del Estado fue claro: a quienes aún siguen en la ilegalidad, se les invita a reincorporarse, a reencontrarse con sus familias y dejar atrás la violencia.
El operativo demuestra que la presencia estatal se fortalece, que hay inteligencia, planeación y compromiso por liberar a las comunidades del yugo del narcotráfico.
Mientras tanto, en El Carrizal, ya no se cocina coca: se respira un poco más de tranquilidad.