La viuda del senador Miguel Uribe Turbay, María Claudia Tarazona, rompió el silencio y habló con profunda sinceridad sobre los difíciles meses que vivió mientras su esposo estuvo hospitalizado tras el atentado que finalmente le quitó la vida.
Tarazona no solo recordó el sufrimiento personal y familiar, sino que también lanzó duras críticas a quienes, en su opinión, aprovecharon ese momento para hacer política.
“Lo que me pareció más doloroso, más que molesto, fue hacer política con el dolor ajeno”, expresó con tristeza la mujer que vio, entre tanta incertidumbre y temor, cómo la tragedia se convirtió para algunos en una oportunidad para sobresalir.

Con la voz entrecortada pero firme, María Claudia se refirió a aquellos precandidatos que, en medio del drama familiar, hicieron apariciones públicas y movimientos que ella considera fuera de lugar. “¿Por qué con una tragedia, con un niño de cuatro años sufriendo por la vida de su papá?”, cuestionó, en referencia a Alejandro, el hijo menor que ahora crece sin su padre.
Aunque en medio de la tormenta recibió muchas visitas y mensajes, Tarazona aseguró que no puede señalar a personas específicas ni responsabilizar directamente a alguien en particular: “Yo estaba en lo mío, ni la vi, ni vi a nadie, ni puedo decir si fue ella o fueron otros”.
En un relato que mezcla dolor y fortaleza, la viuda contó cómo, en medio de esa etapa de lucha en la Fundación Santa Fe, se aferró a lo que la mantenía en pie: “Estaban pasando cosas tan dolorosas y tan malas alrededor mío y era tan compleja la situación con Miguel, que yo me aferraba siempre a las cosas buenas, a Dios, al amor y a la compasión”.
La declaración de María Claudia no solo evidencia el costo humano de la tragedia, sino que también revela la herida abierta que deja la instrumentalización política en momentos donde el respeto y la solidaridad deberían prevalecer.