Una investigación de alto nivel dejó al descubierto cómo una organización criminal usaba su propia “banca fantasma” para estafar a más de mil colombianos.
Después de diez meses de trabajo encubierto, la Policía Nacional, a través de la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN) y su Centro Cibernético, logró desarticular una red cibercriminal que operaba con una estructura tan precisa como peligrosa. La operación, bautizada como “Resident”, culminó con tres capturas y dos allanamientos simultáneos en Medellín y Barranquilla.
Lo que encontraron las autoridades fue más que un simple grupo de estafadores: se trataba de una organización sofisticada, con acceso privilegiado a bases de datos bancarias, un call center clandestino, y decenas de víctimas en todo el país.
El “call center del fraude”
Según la investigación, uno de los detenidos trabajaba dentro de una entidad financiera y usaba su posición para extraer ilegalmente información sensible de los clientes. Esa información era luego utilizada por otros miembros de la red, quienes desde un call center ilegal se hacían pasar por funcionarios bancarios para ejecutar fraudes mediante vishing (llamadas falsas) y phishing (enlaces maliciosos).
La evidencia incautada en los allanamientos incluye:
- 15 celulares con líneas activas
- 96 tarjetas SIM
- Una libreta con datos confidenciales de las víctimas
Las autoridades calculan que esta red logró ejecutar más de 2.460 fraudes bancarios, afectando a más de 1.100 personas en distintas regiones de Colombia. El monto total del daño asciende a $2.126 millones de pesos.
Los delitos
Los capturados deberán responder ante la justicia por los delitos de:
- Fraude bancario
- Acceso abusivo a sistemas informáticos
- Concierto para delinquir
- Hurto por medios informáticos
La Policía hizo un llamado a los ciudadanos a extremar precauciones frente a llamadas y correos sospechosos, y recordó que ninguna entidad financiera solicita claves o datos personales por estos medios.