El reconocido hotel Movich Buró 51, ubicado en el exclusivo norte de Barranquilla, enfrenta un escándalo tras el colapso del cielo raso en su recepción, registrado en las últimas horas y que obligó al cierre preventivo de la zona afectada.
Aunque la administración del hotel atribuyó el incidente a un “caso fortuito” causado por la ruptura de una tubería interna, trabajadores y visitantes frecuentes aseguran que este no ha sido un hecho aislado.
Pasa La Voz tuvo conocimiento de denuncias que apuntan a una serie de problemas estructurales y sanitarios que se estarían presentando desde hace varios meses en el hotel, especialmente en la zona empresarial.
Según empleados de empresas arrendatarias dentro del complejo, se han registrado inundaciones frecuentes, daños reiterativos en el cielo raso y una constante presencia de cucarachas. Además, reportan que los ascensores presentan fallas recurrentes, lo que ha provocado que varios trabajadores queden atrapados en su interior.
Frente al incidente reciente, la gerente del hotel, Margarita Alcalá, emitió un comunicado asegurando que se actuó “con diligencia y compromiso” y que la situación fue manejada con prontitud.
“Desde el momento en que ocurrieron los hechos, desplegamos todos los recursos para garantizar la seguridad de nuestros huéspedes”, dice el texto oficial. También se anunció la suspensión temporal de los ascensores para los clientes, mientras se implementan soluciones de movilidad interna.
El hotel reiteró su compromiso con “la excelencia en el servicio” y pidió comprensión a sus clientes y aliados, mientras trabajan en restablecer “las condiciones óptimas” de las instalaciones.
Sin embargo, tras las múltiples denuncias, surgen interrogantes sobre el estado real del hotel y las medidas que se están tomando para evitar riesgos mayores en un establecimiento considerado de alto nivel en la ciudad.
La situación pone en entredicho los estándares de mantenimiento y seguridad en una de las zonas más dinámicas del sector empresarial barranquillero.
