sábado, septiembre 6, 2025

Atlántico bajo fuego: 91 homicidios en agosto y el silencio ensordecedor del poder

Sistema Civil de Alertas Tempranas

Mientras la ciudad duerme, las cifras de homicidios crecen en las estadísticas de Arturo García Medrano, ex personero de Barranquilla y experto en seguridad. En agosto de 2025, el departamento del Atlántico cerró el mes con 91 homicidios, una cifra que estremece pero que, paradójicamente, ya no escandaliza a nadie. Los líderes políticos guardan silencio, los voceros institucionales miran hacia otro lado, y la ciudadanía, resignada, sobrevive en medio de un mapa rojo que se expande.

Desde el Sistema Civil de Alertas Tempranas, volvemos a encender las alarmas. Cada caso es documentado con base en reportes de prensa, medios locales y fuentes abiertas. Al finalizar cada mes, los números no mienten: la violencia homicida no cede y se consolida como un fenómeno estructural.

Agosto fue brutal. En solo nueve días, se cometieron 47 asesinatos. Hubo semanas donde se registraron hasta 21 crímenes. El 4 de agosto fue particularmente letal: nueve homicidios en menos de 24 horas. Le siguieron jornadas negras como el 10, 15, 27 y 29 de agosto, donde la sangre volvió a correr con furia.

Y pese a todo esto, nadie dijo nada. Ni la Alcaldía de Barranquilla, ni la Gobernación del Atlántico, ni la Policía, ni congresistas, ni concejales, ni alcaldes municipales. El silencio es hoy la respuesta institucional frente a una cifra que debería estremecer cualquier gestión de gobierno: 611 homicidios en lo que va del 2025.

La violencia tiene coordenadas

El 89% de los homicidios se concentran en el Área Metropolitana, siendo Barranquilla la ciudad más golpeada con 336 asesinatos acumulados este año, 48 de ellos solo en agosto.

Por localidades en Barranquilla:

  • Metropolitana: 18 casos
  • Suroccidente: 13 casos
  • Suroriente: 11 casos
  • Norte-Centro Histórico: 3 casos
  • Riomar: 2 casos

Barrios más golpeados:

  • El Bosque: 7 asesinatos
  • Malvinas y Rebolo: 4 cada uno
  • Villa Sevilla, Sierrita, El Ferry: 3 cada uno
  • Centro, Las Flores, Sourdis, La Playa: con casos graves también.

En Soledad, el panorama es igual de oscuro. Con 30 homicidios en agosto, el municipio ya acumula 157 asesinatos en 2025, afectando a al menos 29 barrios. La violencia se ha vuelto parte del paisaje urbano.

En municipios más pequeños también hubo hechos letales:

  • Sabanalarga: 3 (incluyendo una baja en intento de hurto)
  • Baranoa, Santo Tomás, Juan de Acosta, Malambo, Galapa: 2 cada uno
  • Polonuevo: 1 caso
  • Puerto Colombia: único municipio sin asesinatos en agosto

¿Quiénes están muriendo y cómo?

El sicariato sigue siendo la principal modalidad: 68 asesinatos fueron cometidos por asesinos a sueldo. A esto se suman 6 homicidios en atracos, 5 con arma blanca o contundente, 4 en operativos policiales y 3 por defensa propia o enfrentamientos delictivos.

Entre las víctimas hay tres mujeres, una de ellas una niña de 14 años. Las ocupaciones y perfiles son diversos: recicladores, mototaxistas, vendedores, peluqueros, cobradiarios, tatuadores, vigilantes, personas en condición de calle. Algunos figuraban como integrantes de redes de microtráfico.

A pesar de que las autoridades reportan la captura de 158 homicidas en el año —93 de ellos considerados “profesionales de la muerte”— y la búsqueda de 52 más, el impacto de estas acciones parece no alterar la estructura profunda del problema: el control territorial y las rentas ilegales siguen en disputa activa.

Cuando se registran 91 homicidios en un solo mes y no hay una sola declaración oficial, no estamos ante una emergencia. Estamos ante una normalización de la barbarie. El crimen ya no es solo un problema de seguridad: es una señal de que algo más profundo y peligroso se ha roto en nuestra sociedad.

La pregunta no es cuántos más morirán. La pregunta es: ¿cuántos más tienen que morir para que alguien se pronuncie?

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