Barranquilla volvió a ser escenario de un hecho judicial que reactiva uno de los casos criminales más sonados de los últimos años.

Este lunes 1 de septiembre, agentes de la Dijín ejecutaron la recaptura del abogado y funcionario de la DIAN Alexander Eduardo Torres de Nubila, por orden de un juez que resolvió mantener vigente la medida de aseguramiento en su contra por su presunta participación en el secuestro extorsivo del empresario Rodolfo ‘Fito’ Acosta y su esposa Katya Barros, ocurrido en 2018.

La diligencia se llevó a cabo en la carrera 42 con calle 75B del barrio Betania, donde Torres fue sorprendido y nuevamente puesto bajo custodia. Las autoridades le imputan los delitos de secuestro extorsivo agravado y concierto para delinquir agravado, por ser presunto coautor del rapto que sacudió a la sociedad barranquillera hace ya siete años.

¿Qué pasó en 2018?

El 31 de agosto de 2018, el empresario Fito Acosta y su esposa fueron interceptados en el norte de Barranquilla (calle 106 con carrera 53) y llevados contra su voluntad a una vivienda ubicada cerca del barrio La Pradera, en el suroccidente de la ciudad. Esa misma noche, Katya Barros fue liberada y abandonada en una calle del barrio San Felipe.

Al día siguiente, Acosta fue dejado en libertad y llegó a su residencia a bordo de un taxi. Durante el cautiverio, los secuestradores exigieron una suma de cinco millones de dólares por su liberación, aunque el dinero nunca se entregó.

Una investigación con varios capturados

Por este caso, ocho personas fueron capturadas en diciembre de 2018, entre ellas Alexander Torres. Seis de ellos fueron enviados a prisión y dos recibieron detención domiciliaria. Sin embargo, Torres recuperó la libertad en el proceso tras la revocatoria de una medida en primera instancia.

Ahora, cinco años después, un juez de conocimiento decidió restablecer la medida de aseguramiento, argumentando que siguen vigentes los elementos probatorios que vinculan al abogado con el delito. La orden fue clara: debe volver a prisión.

Las autoridades insisten en que Torres no solo tuvo conocimiento del secuestro, sino que habría tenido un rol activo en la planeación y ejecución del mismo. El caso sigue su curso y la justicia tendrá que determinar el grado de responsabilidad del capturado.