El mes de agosto dejó una huella trágica en el Atlántico: 91 muertes violentas, una cifra alarmante que refleja la gravedad de la situación pese a los esfuerzos institucionales por reducir la criminalidad.
El mes de agosto de 2025 terminó con un balance que vuelve a encender las alarmas en materia de seguridad en el departamento del Atlántico. Un total de 91 muertes violentas se registraron durante los 31 días del mes, una cifra similar a la del mismo periodo del año anterior, pese a los anuncios oficiales sobre nuevas inversiones en seguridad y los recientes operativos contra estructuras multicrimen que disputan el control del territorio.
Barranquilla y Soledad concentran el mayor número de homicidios. La capital del Atlántico reportó 48 asesinatos distribuidos en todas sus localidades, siendo la Metropolitana la más afectada. En Soledad, los crímenes alcanzaron la preocupante cifra de 30, con más de 20 barrios involucrados en estos hechos. Malambo y Galapa registraron dos homicidios cada uno, mientras que municipios como Sabanalarga, Baranoa, Juan de Acosta, Santo Tomás y Polonuevo también reportaron víctimas. Puerto Colombia fue el único territorio sin muertes violentas este mes.
Entre las víctimas, tres mujeres fueron asesinadas, incluida una adolescente de 14 años lanzada desde un vehículo y baleada en jurisdicción de Juan Mina. A ella se suman una joven de 24 años en Villa Sevilla y una madre de tres hijos en el barrio Santa María, ambas atacadas por sicarios.
La violencia también dejó un saldo de nueve personas heridas en ataques armados. Las víctimas incluyeron trabajadores informales, recicladores, vigilantes, mototaxistas, vendedores y hasta un miembro de la Defensa Civil, asesinado durante un robo en Galapa, hecho que provocó amplio rechazo social.
Barrios como El Bosque, Rebolo, Malvinas, Villa Sevilla, Sierrita, El Ferry, Las Flores y La Playa siguen siendo epicentros de violencia crónica en Barranquilla. En Soledad, el panorama no es menos crítico: el municipio ya suma 157 homicidios en lo corrido del año, consolidándose como una de las zonas más golpeadas por el crimen en el Atlántico.
Distribución de víctimas
- Distrito de Barranquilla: 48 muertes:
- Metropolitana: 18
- Suroccidente: 13
- Suroriente: 11
- Norte Centro Histórico: 3
- Riomar: 2
- Municipio de Soledad: 30 muertes.
- Otros municipios:
- Malambo: 2
- Galapa: 2
- Puerto Colombia: 0
- Sabanalarga: 3 (incluye una baja policial por hurto de motocicleta)
- Baranoa: 2
- Santo Tomás: 2
- Juan de Acosta: 2
- Polonuevo: 1
En total, 3 mujeres fueron asesinadas este mes, entre ellas una menor de 14 años lanzada desde un vehículo en Juan Mina, y dos mujeres más: una de 24 años en Villa Sevilla, y otra, madre de tres hijos, en el barrio Santa María.
Además, 9 personas resultaron gravemente heridas durante acciones sicariales; entre ellas hay recolectores de café (“cobradiarios”), recicladores, habitantes de calle, vigilantes, tatuadores, mototaxistas, peluqueros, taxistas, vendedores y personal de tiendas y moteles. Un caso particularmente repudiado fue el asesinato de Jesús María Hernández Romero, de la Defensa Civil, durante un hurto en Galapa.
Barrios más afectados en Barranquilla
Los sectores con mayor número de víctimas son:
- El Bosque: 7
- Malvinas: 4
- Rebolo: 4
- Villa Sevilla, Sierrita, El Ferry: 3 cada uno
- Además, Centro, La Playa, Las Flores, Sourdis y otros barrios priorizados siguen sumando víctimas, evidenciando la persistencia de la violencia en zonas históricamente vulnerables.
Violencia extendida en Soledad
Soledad registró 30 homicidios en 22 barrios, entre ellos Villa Muvdi (3), San Vicente (3), y Costa Hermosa, Los Manantiales y Nueva Esperanza, que presentaron 2 cada uno. En total, el municipio acumula 157 muertes violentas en lo que va del año, en al menos 29 barrios.
A pesar de inversiones e intervenciones institucionales, los datos de agosto no muestran mejoras: se repite la cifra de 2024 (91 muertes), lo que indica que la violencia sigue siendo un reto mayúsculo. El expersonero y analista en seguridad Arturo García Medrano —coordinador del Sistema de Alertas Tempranas— ha sido categórico: “Estas cifras, bajo cualquier óptica, son inaceptables. La violencia persiste a pesar de las acciones”.
García Medrano insiste en que no basta con despliegue policial o golpes a estructuras criminales. Es necesario avanzar en estrategias de prevención, intervención comunitaria y transformación social, para que los próximos meses no sigan en una tendencia mortal.
Desde el Sistema Civil de Alertas Tempranas, el experto en seguridad y expersonero de Barranquilla, Arturo García Medrano, advierte que los resultados de agosto reflejan que las estrategias actuales no están generando el impacto esperado. No obstante, confía en que aún hay tiempo para corregir el rumbo y reducir la violencia en lo que queda del año. “Nuestro compromiso —señala— es con la seguridad de los ciudadanos, y la tarea no puede esperar”.